El gobierno ruso indicó este 5 de junio que logró frenar el avance de más de 20,000 toneladas de hidrocarburos derramados en un río del Ártico. Esta es la peor catástrofe ecológica de este tipo en esta región y es visible desde el espacio.
AFP.- El presidente Vladimir Putin, que declaró el 3 de junio el estado de emergencia, criticó públicamente a Vladimir Potanin, riquísimo oligarca y jefe del grupo Norilsk Nickel, responsable de la catástrofe.
«El avance de los hidrocarburos se contuvo. Ya no van a ninguna parte». Esto fue gracias al despliegue de estructuras flotantes, declaró a la AFP un representante del ministerio ruso de Situaciones de Emergencia en la región de Krasnoyarsk, añadiendo que el bombeo de combustible había comenzado.
«Se están haciendo esfuerzos para eliminar la contaminación», continuó esta fuente.
En este video se puede ver el derrame:
300 tonnes of leaked fuel has been gathered so far in rivers Ambarnaya and Daldykan, north of Krasnoyarsk region; Russian Ministry of Emergencies reported earlier today that they managed to localise the spill. Currently 500 rescuers are working at the site. Video credit Borusio pic.twitter.com/5EgXiBD4Uy
— The Siberian Times (@siberian_times) June 5, 2020
No pudo sin embargo afirmar si la progresión del combustible se frenó en el río Ambarnaya o en el lago Piasino, lo que sería mucho más grave ya que sus aguas fluyen en el río que lleva el mismo nombre, muy importante para la región.
El 29 de mayo, se derrumbó uno de los depósitos de diésel de la central térmica de la empresa NTEK, filial del gigante minero Norilsk Nickel, provocando la fuga de más de 20,000 toneladas de hidrocarburos.
Según Norilsk Nickel, el depósito se dañó cuando los pilares implantados en el permafrost que lo sostenían «desde hace 30 años» comenzaron a hundirse. Por lo que, este es un accidente que podría atribuirse al derretimiento de la superficie congelada, provocado por el cambio climático.
- Visible desde el espacio
Este fenómeno ya ha fragilizado a numerosas estructuras en el Gran Norte ruso, y el gobierno ya lo ha identificado como uno de los desafíos que afrontan sus entramados en el Ártico.
Este mismo 5 de junio Rusia ordenó la revisión de sus infraestructuras más frágiles construidas sobre el permafrost.
El accidente en el río Ambarnaya es considerado por las organizaciones ecologistas como el peor accidente ecológico producido por hidrocarburos en la región.
El Ártico ruso es una región frágil donde las explotaciones mineras, gasíferas y petroleras son numerosas. Asimismo, en esta región la contaminación es un problema creciente ya desde la época soviética.
Los equipos de emergencia están trabajando para tratar de limitar los daños, en un contexto complicado por las dificultades de acceso al lugar y la escasa profundidad del río, que impide las operaciones en barco.
El 5 de junio, el ministro de Situaciones de Emergencia, Evgueni Sinichev, visitó el lugar para seguir el desarrollo de las operaciones.
En un comunicado, el ministerio aseguró que, hasta el momento, se han recogido «200 toneladas de gasolina, aceite y lubricantes».
La contaminación es incluso visible desde el espacio. Las agencias espaciales europea (ESA) y rusa (Roskosmos) publicaron imágenes satélite del accidente. En las de la ESA, que datan del 1 de junio, se ven varios afluentes del río teñidos de rojo a lo largo de más de dos kilómetros.
Durante una videoconferencia dedicada parcialmente a la catástrofe, Putin habló con el ministro de Situaciones de Emergencia y el jefe de Norilsk Nickel, que fue reprendido por el presidente.
«Si ustedes hubieran cambiado a tiempo el depósito derrumbado no se habría producido ningún daño», le reprochó Putin. Por lo que, ordenó un «profundo análisis de instalaciones similares en todo el país».
También exigió que se «haga todo lo posible para restaurar el medio ambiente y la diversidad» en la zona contaminada.
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