Como consecuencia de la crisis climática, Kebnekaise, el pico más alto de Suecia corre peligro de perder su glaciar en el futuro cercano.
El problema empezó en la década de los 90. Según los registros de Suecia, el monte Kebnekaise se ha encogido anualmente al menos 2 metros. Como consecuencia de la crisis climática, alertan hoy los científicos locales, el último glaciar del país corre peligro serio de desaparecer. Conforme el hielo se ha derretido, también perdió su lugar como el pico sueco más alto.
Otra víctima de la crisis climática
Las mediciones más recientes del Kebnekaise revelaron que su glaciar se está sofocando. El avance inexorable en las alzas en la temperatura global está incidiendo directamente no sólo en su altura récord, sino en las formas de vida que habitan ese ecosistema. Después de que julio se convirtiera en el mes más caliente de la historia natural reciente, un fenómeno así se desencadena como en efecto dominó.
A pesar de que tradicionalmente la montaña es un punto turístico para alpinistas, las autoridades locales están cuestionando si este tipo de actividades podrán realizarse en el futuro cercano. Antes con 2 mil 120 metros de altura, hoy apenas llega a los 2 mil 099 metros sobre el nivel del mar.
Suecia no es el único país de Europa que está padeciendo estas consecuencias. Por el contrario, Islandia vive situaciones similares con su permafrost.
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¿Adiós a otro glaciar europeo?
Los hallazgos fueron publicados en Serie A, Geografía física. El artículo se centra en cómo el Sydtoppen, nombre que recibe el glaciar de la montaña Kebnekaise, se está viendo afectado rápidamente por la crisis climática. Aunque la montaña es una formación rocosa estable, sus picos más altos han perdido su esplendor conforme los glaciares se derriten.
La diferencia se nota más entre el pico norte y el sur. Como el más septentrional está tradicionalmente cubierto de nieve, el declive de la nieve hace más evidente su encogimiento. En contraste, el más austral se mantiene en la misma altura, ya que no se cubre de un manto pesado de nieve al caer el invierno.
«La variación de altura es […] un buen símbolo de la respuesta de los glaciares a un clima cálido en Suecia», dice el glaciólogo Per Holmlund de la Estación de Investigación Tarfala de la Universidad de Estocolmo.
La historia natural del Kebnekaise está a punto de entrar a un punto de inflexión, aseguran los expertos de Estocolmo. Los datos indican una «compleja remodelación de la masa en la cumbre». En contraste, los mínimos históricos que se ven representan «el comienzo de una nueva situación problemática», y vaticinan un futuro no prometedor para los glaciares en Suecia a largo plazo.
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