Las selvas de África que se han mantenido intactas purifican 1.1 mil millones de toneladas de dióxido de carbono en la atmósfera, según un estudio.
Desde el inicio de la actividad industrial, la temperatura del planeta ha aumentado. Los registros que se tienen al respecto de la crisis climática global hasta ahora alarman gravemente a científicos de diversas disciplinas. Sin embargo, parece que algunas selvas de África se han resistido a los obstáculos cada vez más difíciles de sortear decantados de esta problemática.
¿A qué se debe la resiliencia de las selvas de África?
La resistencia de los bosques húmedos en el continente africano ha asombrado a los científicos que estudian el alza en la temperatura global a raíz de la crisis climática. Un estudio internacional reciente, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, descubrió que las selvas que se han mantenido intactas siguen eliminando carbono de la atmósfera.
La purificación del aire no es la única función benéfica de los espacios vírgenes. Por el contrario, a pesar del calor extremo y la sequía, 100 selvas tropicales en 6 países diferentes eliminan un aproximado de 1.1 mil millones de toneladas de CO2 en la atmósfera a lo largo del año. Comparativamente, la cifra es tres veces superior al total de dióxido de carbono que emite el Reino Unido.
De acuerdo con la Dra. Amy Bennett, de la Escuela de Geografía de Leeds, a pesar de la muerte de los árboles por los cambios en el medio ambiente en otras partes del mundo, las selvas de África mostraron un comportamiento diferente:
«No vimos una fuerte desaceleración del crecimiento de los árboles, ni un gran aumento en las muertes de árboles como resultado de las condiciones climáticas extremas. En general, la absorción de dióxido de carbono por estas selvas tropicales intactas se redujeron en un 36%, pero continuaron funcionando como sumideros de carbono, lo que ralentizó el ritmo del cambio climático».
El estudio consideró a la República Democrática del Congo, Gabón, Camerún, Ghana, Liberia y la República del Congo, con respecto a cómo reaccionan los bosques tropicales a condiciones más cálidas y secas. Esta desaceleración, sin embargo, no es fortuita. Por el contrario, funcionó gracias a que los espacios se mantuvieron sin intervención de la actividad industrial humana, la agricultura o la caza ilícita.
Te sugerimos: 59 millones de hectáreas de bosque se regeneraron en los últimos 20 años
Un monitoreo cuidadoso de los bosques tropicales
A pesar de las dificultades a las que Bennett y su equipo se enfrentaron, los resultados valieron la pena. De acuerdo con el autor principal del estudio, el profesor Simon Lewis, de la Escuela de Geografía de Leeds, «Las selvas tropicales africanas parecen más resistentes a un calentamiento y sequía adicionales en comparación con las selvas tropicales de la Amazonia y Borneo».
Los geólogos aseguran que las selvas de África han existido en condiciones más secas que las de otras partes del mundo, como la Amazonía y el Sudeste asiático. En el contexto de la crisis climática que enfrenta el planeta, esto les ha ganado un terreno considerable con respecto a otros bosques tropicales.
De acuerdo con Lewis, «Estos hallazgos muestran el valor de un monitoreo cuidadoso a largo plazo de los bosques tropicales. Los datos de referencia que se remontan a la década de 1980 nos permitieron evaluar qué tan bien estos bosques tropicales enfrentaron el calor y la sequía récord». Por esta razón, los autores incitan a los gobiernos locales a poner en primer lugar a las selvas de África en su agenda social, política y económica.
Sigue leyendo:
La contaminación atmosférica regresa a niveles previos a la pandemia de COVID-19
La producción desmedida de carne cobra miles de vidas al año por contaminación del aire