Distintas organizaciones científicas y grupos de activistas coinciden en el fracaso de la COP26 para minimizar la crisis climática.
Con los borradores finales de la COP26 en curso, la falta de acuerdos en torno a la resolución de la Cumbre Climática levanta dudas de científicos, ambientalistas y activistas en general.
El Secretario General de la ONU, António Gutierres, celebró algunos acuerdos alcanzados hasta el momento; sin embargo, calificó de “promesas vacías” a los puntos a propósito del fin del financiamiento público a los combustibles fósiles, uno de los temas más álgidos de la COP26:
“Las promesas suenan vacías cuando la industria de los combustibles fósiles sigue recibiendo billones en subvenciones, según el Fondo Monetario Internacional. O cuando los países siguen construyendo centrales de carbón o cuando el carbono sigue sin tener precio”.
Desde el inicio de la era industrial, las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera han provocado un aumento de 1.1 ºC en la temperatura global del planeta. En 2015, el Acuerdo de París acordó limitar el aumento de la temperatura mundial «muy por debajo de los 2 ºC» y redoblar los esfuerzos globales para limitarlo a 1.5 ºC al final del siglo», el último umbral que ofrece la ciencia para evitar una catástrofe climática con eventos cada vez más extremos.
No obstante, la opinión general al exterior de la Cumbre es que los compromisos adquiridos son insuficientes para evitar el aumento de la temperatura más allá de los 2º C a finales de 2100 y por lo tanto, conducirán al mundo hacia una catástrofe climática sin precedentes.
Según Gutierres, aún cumpliendo los compromisos pactados durante la COP26, el mundo se dirige a un aumento de la temperatura “muy por encima de los 2ºC”, un escenario donde los eventos catastróficos relacionados al clima como incendios forestales, pérdida de cosechas, sequías, inundaciones fluviales y olas de calor serán el común denominador antes de terminar el siglo.
La misma opinión comparte el Climate Action Tracker (CAT), un grupo de análisis científico independiente que analiza, rastrea y evalúa las medidas de los países para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.
Su último informe, publicado en consonancia con el cierre de la COP26, considera que los objetivos planteados para 2030 son «totalmente inadecuados» y ponen al mundo rumbo a un aumento de la temperatura global de 2.4 ºC. El análisis se enfoca en la incapacidad de las contribuciones determinadas a nivel nacional (los compromisos de cada nación para crear políticas, regulaciones y proyectos enfocados en reducir la emisión de gases de efecto invernadero) para tener un efecto real en la disminución de emisiones.
«Sabemos lo que hay que hacer. Mantener a nuestro alcance el objetivo de 1,5º significa reducir las emisiones a nivel mundial en un 45% para 2030. Pero con el actual paquete de contribuciones determinadas a nivel nacional, incluso aunque se apliquen en su totalidad, las emisiones seguirán aumentando en 2030», explicó Gutierres un día previo al final de la Cumbre.
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