Los restos de un buitre muerto en un reserva ecológica europea demuestran las trágicas consecuencias de la contaminación farmacéutica en el medioambiente.
Nunca antes en Europa se había detectado un caso así. Menos aún en una reserva natural protegida cerca de los Pirineos. Por esta razón, cuando los cuidadores se dieron cuenta de que un buitre se había intoxicado en colonia de la Reserva Nacional de Caza de Boumort, la noticia fue escandalosa. El ave había muerto por una sobredosis de diclofenaco sódico.
¿Qué es el diclofenaco?
Tal como se comercializa en las farmacias de todo el mundo, el diclofenaco sódico es un antiinflamatorio que ayuda a los músculos y órganos a combatir el dolor. De manera general, se emplea para tratar enfermedades agudas, así como padecimientos que inflamen las articulaciones y las cadenas musculares del organismo.
A pesar de que es un método efectivo para aliviar malestares en los seres humanos, las dosis recomendadas varían de especie en especie. Para algunas, la ingesta puede ser altamente tóxica. En dosis contraindicadas, la sustancia puede causar úlceras, sangrados internos y agujeros en los intestinos.
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¿Cómo es que la sustancia llegó al buitre?
El caso del buitre que falleció por ingesta de diclofenaco alarmó a los encargados de Reserva Nacional de Caza de Boumort. Fue el primer caso registrado de una especie alada que perdía la vida como consecuencia de comer un medicamento humano. Según los registros del parque nacional, es la primera víctima de sobredosis por un medicamento así.
De acuerdo con la autopsia realizada, el fármaco fue mal administrado de una manera casual al animal. No se trató de una dosificación demasiado elevada, como podría haberse pensado originalmente. Por el contrario, tras comer carroña infestada con la sustancia, su organismo dejó de funcionar a las pocas horas.
Este fenómeno no es nuevo en el mundo. Por el contrario, disminuciones significativas en las poblaciones de buitres en Asia han sido consecuencia de la contaminación farmacéutica de este tipo. Sin embargo, la noticia le dio la vuelta al mundo al haberse presentado por primera vez en una reserva ecológica europea.
De acuerdo con Ernesto Álvarez, autor de la investigación, «pueden haber ocurrido casos previos que no hayan sido detectados». Según el experto, los esfuerzos de conservación no podrán dejar de lado esta problemática de ahora en adelante.
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