Hay un 70 % de probabilidad que el fenómeno La Niña se extienda hasta final de año, alerta la Organización Meteorológica Mundial.
Lo catalogaron como un ‘triple episodio’. El primero de este siglo, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Es decir: por tercer año consecutivo, el fenómeno La Niña se presentará a lo largo de septiembre y noviembre de 2022, como consecuencia de la crissi climática global.
Este fenómeno meteorológico se detectó por primera vez en septiembre de 2020. Después de tres años, advierte la BBC, es probable que se extienda hasta febrero de 2023. Esto es así porque se ha registrado un alza anómala en las temperaturas superficiales del Océano Pacífico, que genera cambios cada vez más fuertes en las precipitaciones de todo el mundo.
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¿Qué es el fenómeno La Niña?
El fenómeno de ‘La Niña’ es la contraparte de ‘El Niño’. Ambos son fenómenos meteorológicos que, en conjunto, se conocen como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS). Este patrón natural presenta una anomalía en la temperatura superficial del océano. Principalmente, en el Pacífico ecuatorial. A pesar de que sucede sólo en esta región, tiene impactos alrededor del planeta.
El Niño es la fase cálida del ENOS. Históricamente aparece primero que su opuesto, La Niña. Ocurre cuando las condiciones de presión cambian, y debilitan los vientos alisios en el Hemisferio Sur. Con ello, las corrientes eólicas arrastran las aguas superficiales más cálidas desde el ecuador hasta Asia, en el otro extremo del Pacífico.
«La Niña ocurre cuando pasa el fenómeno contrario», documenta la BBC, «cuando los alisios son muy fuertes, se refuerza la subida del agua fría profunda en la zona ecuatorial y la temperatura del mar cae por debajo de lo normal».
Por ello, La Niña se considera la fase fría del ENOS.
¿Qué consecuencias puede tener?
El climatólogo Alfredo «Alpio» Costa, experto en Cambio Climático del Instituto Antártico Argentino, explica que el ENOS es un fenómeno ‘bastante irregular’. Además, El Niño y La Niña no siempre se alternan. Sin embargo, tienen efectos en todo el planeta por la extensión del Océano Pacífico, que se ve afectado por este cambio de condiciones superficiales.
Hasta ahora, se sabe que los mayores impactos de La Niña se ven en América, Asia, África, y Oceanía. Por lo general, produce precipitaciones fuertes, que generan desbordamientos e inundaciones violentas. Por el contrario, en el norte del continente africano se aprecian sequías severas. Específicamente, aclara Costa, sobre el Cuerno de África. El continente europeo, por su parte, se ve afectado por otros patrones meteorológicos.
Con respecto a si este fenómeno se ha intensificado por la crisis climática, la ONU aclara que el ENOS no es una consecuencia directa. «Es un fenómeno natural recurrente que ha estado ocurriendo durante miles de años», señala el organismo.
Sin embargo, el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas, destacó que el fenómeno de La Niña no es normal. Mucho menos si se ha presentado en tres años consecutivos. Si bien su efecto enfría temporalmente las temperaturas mundiales, explicó el mandatario, “no detendrá ni invertirá la tendencia al calentamiento a largo plazo”.
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