Desde México hasta Barbados, las playas caribeñas se atestan de sargazo con la temporada de huracanes y lluvias.
Año con año, desde abril y hasta agosto, un manto café se instala en las costas caribeñas. Las playas más icónicas de la Península de Yucatán y de Centroamérica se atestan de algas putrefactas, que asfixian sus arrecifes de coral y dejan quemaduras en la piel de los seres humanos. Estos son los estragos que deja la plaga de sargazo en América Latina.
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¿Qué es el sargazo y en qué afecta?
No es la primera vez en la historia que se sabe del sargazo. De hecho, los colonizadores europeos ya habían visto estos restos de algas cafés sobre el azul turquesa del mar. Temerosos de que sus busques quedaran atrapados ahí, intentaban evitarlo a toda costa. Hoy, esta misma ‘pradera marrón’, como la describe El País, ha alcanzado las playas de México hasta Barbados.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) de México, el sargazo es «una macroalga marina parda del género Sargassum«. Por lo general, cuando no está estancado en la arena, se le ve flotando sobre la superficie del mar y entre las olas. Principalmente, está compuesto de dos especies de algas: S. natans y S. fluitans.
Investigadores de la Universidad de Florida del Sur llevan un registro del avance del sargazo en el Caribe. Desde 2018, según el reporte que publican mensualmente, la cantidad de algas que inunda las playas caribeñas está generando estragos ecológicos y económicos para la región. Desde 2011, la severidad va en aumento.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, anualmente, «más de 22 millones de toneladas métricas de estas algas marinas inundan las playas». Con ello, obstruyen las arrecifes de coral y perjudican a las comunidades pesqueras en el Caribe. Como la cantidad de sargazo sobre la arena tapiza las playas más visitadas, el sector turístico también se está viendo afectado.
¿Por qué hay tanto en Cancún?
Se tiene la idea errónea de que sólo las playas más icónicas de la Península de Yucatán —como Cozumel, Cancún, Isla Mujeres— padecen de la plaga de sargazo. Sin embargo, esto dista mucho de ser cierto. Desde México hasta Barbados, las playas caribeñas se atestan de estas algas con la temporada de huracanes y lluvias.
En gran medida, la cantidad de sargazo se debe a la crisis climática global. Según SEMARNAT, «es ocasionado por múltiples factores como el aumento de nutrientes, de la temperatura del agua y de corrientes marinas y vientos«. Mientras que puede ser tóxico para la piel, cientos de especies marinas fallecen masivamente por el exceso de estas algas.
Además, al instalarse en las costas del Caribe, los mantos de sargazo interfieren con la luminosidad de los ecosistemas. Sin la luz usual que recibían antaño del Sol, los arrecifes no pueden llevar a cabo sus funciones normales. Principalmente, la fotosíntesis, que es el sustento para cientos de especies de corales.
Si los corales enferman, miles de especies de animales marinos en las costas también se ven amenazados. Por si fuera poco, por estar en contacto con el Sol por tanto tiempo, estas algas liberan nitrógeno, fósforo y algunos metales pesados al pudrirse, que contamina también a los ecosistemas costeros en el Caribe. Al respecto, Chuanmin Hu, biólogo de la Universidad de Florida del Sur, explica que “todo parece indicar no sólo que el problema vaya a permanecer, sino que cada vez se va a agravar más”.
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