La que alguna vez fue la región más fría del mundo se está calentando rápidamente: las imágenes satelitales revelan que la temperatura alcanza picos similares a la del desierto de la península arábiga.
En Arabia Saudi, la temperatura promedio en verano es de 42ºC. Para un país cuyo ecosistema principal es el desierto, esta cifra podría no ser tan sorprendente. Del otro lado del mundo, sin embargo, un fenómeno desatado por la crisis climática global está haciendo que la temperatura en Siberia tenga picos de 48ºC —a pesar de que la región está cubierta casi por completo de nieve durante meses.
Picos de temperatura en Siberia
El 21 de junio de 2021, los satélites Copernicus Sentinel-3A y Sentinel-3B el capturaron una imagen que muestra la temperatura de la superficie terrestre en la República de Sakha, Siberia. Por primera vez en la historia, el territorio registró una alza hasta casi los 50ºC, como consecuencia de una ola de calor persistente. Estas cifras no se habían alcanzado desde 1936, y los científicos aseguran que es un efecto directo del calentamiento global.
Antes de la revolución industrial, escribe el ambientalista Steve Turton, «el equilibrio entre la energía entrante y saliente (radiación) en la parte superior de la atmósfera (el efecto invernadero) mantuvo las temperaturas medias globales durante muchos siglos». Sin embargo, a partir de la actividad humana relacionada a la industria esta armonía se ha modificado peligrosamente.
Como consecuencia del uso de combustibles fósiles, la actividad agrícola y la destrucción de los bosques tropicales, la temperatura del planeta ha aumentado 1ºC desde la década de los 90, lo que trajo consigo el derretimiento de los polos a una tasa de 13 % cada década. Éstas no son buenas noticias para la subsistencia de la humanidad en la Tierra, ni para las condiciones de vida como las conocemos hasta ahora.
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Sin polos helados
Una de las protecciones naturales con las que cuenta todavía el planeta contra la radiación del Sol son las capas de hielo que recubren los polos. Aunque esta alternativa se está terminando rápidamente, el agua sólida es más reflectante y absorbe menos luz solar que los océanos. Sin polos helados, el planeta se calienta en consecuencia.
En total, según los registros satelitales, entre 2002 y 2020 la Antártida perdió casi 150 mil millones de toneladas métricas de hielo anualmente. Esto se debe al calentamiento de las aguas oceánicas, que incide directamente en las capas de hielo en los polos. Esto explica en gran medida las oleadas de calor nunca antes vistas en lugares helados, como Siberia.
El hecho de que cada vez haya menos hielo en los polos incide directamente en los fenómenos meteorológicos del resto del planeta. Sin ellos, la luz solar no logra encontrar otra salida, y se queda en la Tierra. Los responsables de este aumento son los gases de efecto invernadero, que se quedan atrapados en la atmósfera y provocan estos picos salvajes de temperatura en ciertas partes del mundo.
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