Es probable que antes de 2026, el glaciar Thwaites del tamaño del Reino Unido inicie su colapso, provocando un aumento de más de 60 centímetros del nivel del mar.
Conocido popularmente como el ‘glaciar del juicio final’ debido a su enorme tamaño y la amenaza que supone su derretimiento total, el glaciar Thwaites, ubicado en la Antártida Occidental, es el más ancho del mundo.
Con una superficie similar al Reino Unido, la enorme masa de hielo atraviesa un tramo de 120 kilómetros de costa helada. Año con año, su derretimiento progresivo contribuye con el 4 % del aumento en el nivel del mar; sin embargo, una nueva investigación fruto de una colaboración internacional demuestra que su estado actual es crítico y su colapso podría iniciar en menos de cinco años.
Según Peter Davis, Oceanógrafo físico del British Antarctic Survey, el glaciar Thwaites se encuentra sostenido por una plataforma de hielo que a su vez, se mantiene en su sitio gracias a una montaña submarina.
No obstante, las últimas mediciones confirman que su fin se está acelerando conforme aumentan los efectos de la crisis climática: el equipo de la International Thwaites Glacier Collaboration descubrió que Thwaites se debilita rápidamente por todas partes: mientras que debajo de la superficie el agua cada vez más cálida que circula en el Océano Austral está provocando su derretimiento, un conjunto de fracturas masivas crecen y se expanden a través de la superficie.
“El calentamiento del agua está derritiendo el hielo directamente desde abajo y al hacerlo, el glaciar pierde su control sobre la montaña submarina. Se han formado enormes fracturas que también están creciendo y acelerando su desaparición”, explica Davis en un comunicado.
Su colapso podría ocurrir tan pronto como el próximo lustro y provocará un aumento catastrófico de más de 60 centímetros en el nivel del mar, exponiendo a millones de personas a inundaciones extremas y alterando las proporciones entre superficie terrestre y océano de forma decisiva.
En los últimos 30 años, Thwaites ha duplicado dramáticamente el ritmo al que se derrite. Por si fuera poco, el colapso de la masa de hielo del glaciar no sólo aumentaría inmediatamente la altura del nivel del mar, también podría desestabilizar a otros glaciares de la Antártida Occidental, provocando una catástrofe climática de alcance planetario.
De ahí que el equipo considere que su monitoreo sea el más importante cuando se trata de medir los efectos que la crisis climática tendrá en el aumento del nivel del mar.
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