El agua producida por el súperdeshielo de Groenlandia es suficiente para cubrir el estado de Florida con 5 centímetros, denuncia el estudio.
El impacto ecológico de la ola de calor extremo de este verano no sólo se quedó en Norteamérica. Por el contrario, se extendió hacia las latitudes más septentrionales del planeta, donde derritió bloques masivos de los casquetes polares. Un estudio reciente conducido por el Instituto Meteorológico Danés describió a este fenómeno como un evento de ‘súperdeshielo‘, consecuencia de la crisis climática global.
Más víctimas de la ola de calor
La investigación se centró en la inmensa capa de hielo que recubre Groenlandia. Tras la ola de calor severa que azotó el planeta este verano, el agua producida por el súperdeshielo es suficiente para cubrir el estado de Florida con 5 centímetros, según los investigadores daneses. Este fenómeno es consecuencia indiscutible de la emergencia climática antropogénica.
Esta pérdida masiva fue registrada durante el verano por Polar Portal, un sitio danés que da cuenta del clima del ártico. En este caso, más de 9 mil millones de toneladas de hielo se derritieron. Esta cifra representa dos veces el promedio normal durante los meses más cálidos del año. Los científicos atribuyen esta catástrofe a que las temperaturas del norte en el país se dispararon hasta un récord histórico de 20ºC.
Se sabe que este nivel de derretimiento va a la alza desde la década de los 90. En los últimos años, según la cobertura de Live Science, «se ha acelerado a aproximadamente cuatro veces los niveles anteriores al año 2000″. Si bien es cierto que la cifra descendió en comparación a 2019, el ritmo de calentamiento de los polos alarmó enérgicamente a los investigadores a cargo del estudio, que no auguran un buen pronóstico en este terreno.
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Temporada de deshielo precoz
Si la capa de hielo en Groenlandia se derritiera por completo, el nivel del mar subiría 6 metros. Esta estimación corresponde al Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de Estados Unidos, a quien ha inquietado el estado actual de los casquetes polares en el Ártico. Siguiendo esta línea de pensamiento, Xavier Fettweis, climatólogo de la Universidad de Lieja, asegura que en esta ocasión el súperderretimiento se debe a un anticiclón.
Con esto se refiere a un evento atmosférico que abarca regiones grandes de alta presión. De esta manera, el aire contenido en ellos se hunde y se calienta durante los meses de verano. Así, las condiciones climáticas suelen ser más cálidas durante un periodo prolongado de tiempo, muchas veces en detrimento de los ecosistemas congelados.
Sólo entre Groenlandia y la Antártida se encuentra el 99 % de las reservas de agua dulce en nuestro planeta. A pesar de ello, ambas regiones han perdido masa a un ritmo notablemente acelerado, como consecuencia del calentamiento global. Desde el inicio de este milenio, como en efecto dominó, el nivel del mar ha aumentado un 21 %. A este ritmo, aseguran los expertos daneses, el cuerpo de agua potable naturalmente congelada quedará reducida a un recuerdo en poco tiempo. El mar, encontraste, ya está consumiendo más tierra firme.
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