Más allá de los mitos que se cuentan sobre los agujeros negros, hay hechos que respaldan el interés por estos objetos cósmicos.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) explica que los agujeros negros son objetos astronómicos con una atracción gravitatoria tan fuerte que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de ellos.
Independientemente de una definición, existen ciertos hechos que pueden ayudar a comprender mejor la magnitud e influencia de estos objetos en el Universo. Mucho se dice y especula sobre ellos, y no es para menos: lo que se sabe ha dado cabida a múltiples preguntas y suposiciones alrededor del tema.
Con el fin de ampliar el entendimiento acerca de los agujeros negros, a continuación se enlistan cinco datos básicos sobre la naturaleza de estos enigmáticos objetos del cosmos.
5 datos para entender qué son y cuál es la naturaleza de los agujeros negros
¿Cuál es origen de los agujeros negros?
De acuerdo con la NASA, la mayoría de los agujeros negros se origina por los restos de una gran estrella que muere en una explosión de supernova. Esto ocurre con “gigantes luminosos” que llegan a superar hasta por tres veces la masa del Sol. Por otro lado, de las colisiones estelares surgen agujeros aún mayores.
Las partes de un agujero negro
Conforme a lo publicado por la Universidad de Chicago, los agujeros negros tienen dos partes. La primera de ellas corresponde al horizonte de sucesos. Este se puede considerar como la superficie del objeto, aunque es, en realidad, el punto en que la gravedad resulta demasiado fuerte para que algo escape. La mayoría de lo que se conoce sobre estos objetos cósmicos yace ahí.
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La otra parte de los agujeros es la que se halla al centro. Recibe el nombre de singularidad y es, según la universidad recién citada, “un punto que es infinitamente pequeño e infinitamente denso”. Los astrónomos aún desconocen el aspecto real de esta sección.
Tipos de agujeros negros
Los agujeros negros reciben su clasificación gracias al tamaño. En este sentido, se han encontrado los siguientes tipos:
- Estelares
- Intermedios
- Supermasivos
Los primeros tienen entre tres y 100 masas solares; los segundos de 100 a 10 mil; y los terceros son todos aquellos que están arriba de la última cifra.
¿Qué comen los agujeros negros?
En oposición a la idea popular de que los agujeros negros comen/absorben cosas, la realidad vista es otra. La Universidad de Chicago reporta que un objeto tiene que caer justamente en la “boca”, u horizonte de sucesos, para ser atrapado por el agujero. Las estrellas y otros cuerpos celestes pueden orbitar alrededor de estas entidades cósmicas sin ser engullidas, a menos de que algo perturbe su movimiento.
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Como ejemplo se tiene a Sagitario A*, el agujero negro supermasivo del centro galáctico de la Vía Láctea. Se ha visto que este se alimenta, sobre todo, de gas y polvo interestelar.
¿Cómo fueron descubiertos los agujeros negros?
Gracias a la teoría de la relatividad general, Albert Einstein predijo la existencia de estos objetos en 1916. Años más tarde se descubrió Cygnus X-1, el primer agujero de este tipo visto por los científicos.
La historia del hallazgo comenzó en 1964, cuando un grupo de astrónomos vieron los primeros indicios de Cygnus X-1 al notar fuentes celestes de rayos X mediante un cohete de sondeo. Luego, en 1971, se determinó que las emisiones procedían de una estrella azul brillante que orbitaba alrededor de un extraño objeto oscuro que, después, fue identificado como una nueva entidad cósmica.
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