Lucy visitará siete asteroides en busca de pistas sobre los orígenes del Sistema Solar y de la materia orgánica que dio forma a la vida en la Tierra.
Después de probar los enormes paneles solares de 7.3 metros de diámetro y 77 kilogramos de peso cada uno, Lucy fue lanzada exitosamente el 16 de octubre de 2021 con un destino inédito: los asteroides troyanos que orbitan alrededor de Júpiter.
De todos los asteroides conocidos en el Sistema Solar, aproximadamente 10,000 mantienen una relación peculiar con Júpiter gracias a la influencia gravitacional entre el gigante gaseoso y el Sol. Atrapados en un bucle que data de hace millones de años, los asteroides troyanos se dividen en dos enjambres: uno que recorre la órbita de Júpiter justo ‘delante’ de él y otro más que hace lo propio ‘detrás’.
La misión de Lucy consiste en examinar de cerca los asteroides troyanos de Júpiter, tomar fotografías y obtener información inédita de su composición y sobre todo, pistas de su formación que lleven a conocer más sobre los orígenes de nuestro vecindario cósmico y los planetas que lo componen.
El viaje de Lucy se alargará durante 12 años, en los cuales se encargará de analizar siete asteroides troyanos, definidos por la NASA como auténticas «cápsulas del tiempo que datan del nacimiento de nuestro Sistema Solar».
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A 853 millones de kilómetros de la Tierra, la nueva misión pretende marcar un hito en el descubrimiento de los orígenes del Sistema Solar. De ahí que su nombre esté inspirado en la célebre Australopithecus afarensis. Descubierta en 1974 en Etiopía, Lucy marcó un hito en la historia natural de la humanidad y se considera el ejemplar de la especie mejor conservado hasta la actualidad.
Después de examinar los siete asteroides troyanos, Lucy sobrevolará un asteroide del cinturón principal, un extra a la misión considerado «una oportunidad fantástica para el descubrimiento mientras exploramos el pasado lejano de nuestro Sistema Solar», explica la agencia en un comunicado.
Los asteroides troyanos fueron descubiertos en 1906 por el astrónomo alemán Max Wolf, quien descubrió que su inusual comportamiento respondía a los puntos de Lagrange, puntos estables en la órbita de cualquier planeta calculados matemáticamente más de un siglo antes por Joseph-Louis Lagrange.
Entre sus análisis, Lucy medirá la reflectividad de cada asteroide (albedo), determinará su color, composición y la distribución de materiales de los que está formado, así como su masa y densidad; todo en busca de pistas que conduzcan no sólo a los orígenes de nuestro Sistema Solar, sino de restos del material orgánico que sustenta la vida en la Tierra.
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