La hipótesis principal es que se trata de un objeto cósmico nunca antes visto, pues la señal de radio posee un comportamiento inédito.
En 2020, un equipo internacional encabezado por la Agencia Científica Nacional Australiana (CSIRO) con científicos de Alemania, Estados Unidos, Sudáfrica, Canadá, España y Francia captó un conjunto de ondas de radio nunca antes registradas provenientes del centro de la Vía Láctea.
El hallazgo fue realizado con el radiotelescopio ASKAP, un sistema ubicado al oeste de Australia que cuenta con 36 antenas que trabajan como una sola, generando una campo de visión panorámico que permite obtener imágenes del cielo austral con un alto nivel de detalle.
A diferencia de las estrellas, los púlsares o las supernovas que emiten luz variable en toda la gama del espectro electromagnético, la señal captada por primera vez en 2020 posee un comportamiento inusual:
Conocida como ASKAP J173608.2-321635 debido a sus coordenadas y el instrumento con el que se captó por primera vez, se trata de un patrón inédito que no coincide con los registros de fuentes de radio conocidos en la actualidad.
Después de su primera observación, los astrónomos intentaron encontrar el objeto en luz visible (es decir, la longitud de onda del espectro electromagnético que puede captar el ojo humano); sin embargo, resultó imposible debido a su señal intermitente. Las observaciones subsecuentes se hicieron con MeerKAT, un radiotelescopio de 64 antenas de 13.5 metros de diámetro que pertenece al Observatorio Radioastronómico de Sudáfrica.
La hipótesis principal es que se trata de un objeto cósmico nunca antes visto; sin embargo, hacen falta nuevas observaciones para conocer más a fondo su origen y naturaleza:
“La propiedad más extraña de esta nueva señal es que posee una polarización muy alta. Esto significa que su luz oscila en una sola dirección, pero gira con el tiempo. El brillo del objeto también varía drásticamente y la señal se enciende y apaga aparentemente al azar. Nunca habíamos visto nada parecido», explicó Ziteng Wang, doctorante de la Escuela de Física de la Universidad de Sydney y autor principal del estudio.
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