COLMENA: La primera misión lunar de Latinoamérica son microbots mexicanos que ya se encuentran en camino a la Luna

La iniciativa CLPS de la NASA presenta un enfoque comercial nunca antes visto para la exploración espacial con el que la humanidad pronto volverá a la superficie lunar luego de más de 50 años de ausencia.

El primer lanzamiento de la iniciativa de Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar (CLPS por sus siglas en inglés y pronunciado «clips») de la NASA acaba de ser completado de manera exitosa.

Esta nueva modalidad de colaboración entre empresas privadas y la Agencia Nacional del Espacio y Aeronáutica de los Estados Unidos tiene como propósito acelerar, de manera radical, el ritmo con el que actualmente se realizan avances en exploración lunar. Las empresas Astrobotic Technology y United Launch Alliance (ULA) son las elegidas para la misión.

Un nuevo modelo de cohete versátil y confiable

Este también fue el primer vuelo del modelo Vulcan Centaur de cohete para carga pesada de ULA. Quizá pueda sonar imprudente el colocar todo el dinero y esfuerzo de los creadores del módulo lunar Peregrine (y de todos los experimentos que este transporta) en un cohete cuyo diseño no había sido probado, de manera conjunta e integral. Pero hay dos factores importantes a considerar sobre este vehículo y sus diseñadores.

A pesar de tener un tamaño y peso similar al de un Falcon 9 de SpaceX, utiliza un combustible mucho más potente y costoso, con el que puede generar una fuerza de empuje de más del doble. Realizar numerosos lanzamientos de prueba resultaría en un costo casi absurdo.
ULA es en realidad la unión comercial entre Lockheed Martin (con quien la NASA colaboró para la recientemente completada misión OSIRIS-REx) y la división espacial de Boeing, la segunda compañía de manufactura aeroespacial más grande del mundo. Esta alianza comercial cuenta con una cantidad sustancial de recursos, conocimiento y profesionalismo que relucieron en el lanzamiento exitoso de esta noche.

El Módulo Lunar Peregrine

Desarrollado por la compañía privada Astrobotic Technology en Pittsburgh, Pensilvania, este módulo tiene más de dos metros de ancho y transporta hacia la Luna, en estos momentos, 20 experimentos científicos de 7 países distintos, incluyendo el proyecto COLMENA del Laboratorio de Instrumentación espacial (LINX) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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Durante la transmisión del lanzamiento, Alivia Chapla, Directora de Marketing y Comunicaciones de Astrobotic Technology, dedicó palabras de orgullo y agradecimiento.

“Somos un pequeño pero vigoroso equipo de alrededor de 260 personas. Juntos, nuestro objetivo real es volver al espacio accesible para el mundo entero. Hemos estado trabajando juntos durante 3 largos años para construir este módulo Peregrine que hoy despega a la Luna».

COLMENA: La primera misión lunar de Latinoamérica

El Proyecto COLMENA consiste en una flotilla coordinada de cinco microbots con ruedas y baterías solares que viaja a bordo del Módulo Peregrine. Cada uno pesa menos de 60 gramos y mide apenas 10 centímetros de diámetro. Esto les permitirá explorar y caracterizar la superficie lunar de manera más ágil que un rover convencional.

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La idea fue desarrollada y coordinada por el Dr. Gustavo Medina Tanco del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM. Además, representa el fruto de los esfuerzos de más de 250 alumnos de distintas disciplinas científicas.

Sin embargo, no todo es color de rosas para los científicos mexicanos. Tan sólo el año pasado, dos misiones lunares se estrellaron contra la superficie lunar al intentar realizar la maniobra de alunizaje: la sonda Luna-25 de Rusia y la nave japonesa Hakuto-R de iSpace.

Se espera que la última etapa del cohete alcance la órbita lunar en dos semanas, mientras que el alunizaje está previsto para ocurrir a finales de febrero. Hasta entonces, será necesario resistir las ansias de cantar victoria y esperar, con el alma en un hilo, para celebrar el éxito de la primera misión lunar de Latinoamérica.