En una historia tan vieja como el Universo mismo, la doctora Mónica Blanco nos da un recorrido para explicar cómo se creó el agua en el espacio.
La historia de la molécula de agua tiene su origen en el Big Bang. Esta teoría explica cómo a partir de una gran expansión se liberó una cantidad inimaginable de energía, teniendo como una de sus consecuencias la creación de la materia del Universo. En los primeros minutos se formaron (sintetizaron) los núcleos atómicos de los primeros elementos de la tabla periódica (hidrógeno, helio, así como un poco de litio y berilio).
Algo notable es que todo el hidrogeno que existe, y que representa el elemento más abundante del universo (75 % aproximadamente), se formó gracias a este proceso conocido como la nucleosíntesis primordial. Recordemos que la molécula de agua está formada por dos átomos de hidrógeno, con esto podemos empezar a calcular la antigüedad de uno de los ingredientes del agua (casi 14 mil millones de años), así como su largo viaje.
La importante labor de las estrellas
Las estrellas son colosales reactores termonucleares que, a lo largo de su ciclo de vida y muerte, fabrican elementos químicos. Esta producción depende de cuánta masa (materia que en general es muchísimo hidrógeno) tienen cuando se forman.
La importancia de las estrellas gigantes azules (más masivas) radica en que son fábricas de elementos químicos más pesados, como el hierro en la sangre y en el centro de la Tierra. Contribuyen también con la creación de átomos de oxígeno durante su vida, aunque gran parte de ese elemento también se utiliza para sintetizar otros elementos químicos aún más pesados. Cuando estas estrellas azules mueren en una violenta explosión de supernova, son capaces de crear más elementos químicos, completando así una buena parte de la tabla periódica.
Las estrellas con una masa más modesta, como nuestro Sol, o un poco más masivas, no explotan como supernovas y son especialistas en producir átomos como el oxígeno, el siguiente ingrediente para obtener una molécula de agua.
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El antiguo y largo viaje de los átomos y las moléculas del agua en el espacio
Cuando las estrellas están próximas a cumplir su ciclo de vida son inestables, pero se crean condiciones adecuadas para la formación de algunas moléculas, esto también ocurre en el nacimiento de nuevas estrellas. Así pues, se han encontrado moléculas de agua alrededor de algunas estrellas formándose y en moribundas también.
Las estrellas emiten un viento que permite que cada átomo y molécula formados en las estrellas, e incluso minerales como los que se encuentran en la corteza y manto terrestres, hagan un increíble, algo desconocido y largo viaje para nutrir otros lugares en donde nacerán nuevas estrellas. En cierto modo, el universo nos enseña el valor de reciclar y reutilizar.
Manantiales estelares
Por otra parte, se ha comprobado la presencia de agua en la formación de sistemas planetarios, como en el disco protoplanetario PDS 70, observado tanto con los telescopios espaciales Spitzer y James Webb. Aunque no queda claro si el agua se fabrica durante el proceso de formación de un sistema planetario o si es transportada desde fuera, se sabe que también viaja y sobrevive a altas temperaturas y al desgaste cuando es protegida por ejemplo por meteoritos enstatitas y por cristales de olivino, un mineral de suma importancia para el origen de la vida en la Tierra.
Además, estudios en los manantiales más puros de agua revelan que no solo los cometas fueron los responsables de haber entregado el agua del espacio al planeta. Este tipo de hallazgos permiten trazar que la historia del agua en el espacio es incluso aún más antigua que el Sol, además de ser uno de los más valiosos ingredientes para el origen y la existencia de la vida tal y como la conocemos.
Este artículo ha sido escrito por la Dra. Mónica W. Blanco Cárdenas, astrofísica y comunicadora científica/ IG: @cieloscuro_astromonica