Un corredor extenso de rocas cósmicas se extiende entre Marte y Júpiter. Con al menos 314 millones 155 mil 527 kilómetros de largo, es una barrera natural que divide a los planetas rocosos de los gaseosos en nuestro Sistema Solar. Ahí, habitan cometas, asteroides y otros cuerpos gigantescos, que orbitan alrededor del Sol. Recientemente, además, se descubrió que podría haber vapor de agua en el Cinturón de Asteroides.
Este hallazgo insólito se publicó en Nature, a partir de las observaciones de un grupo de astrónomos del Planetary Science Institute. Después de 15 años de búsqueda, dicen los investigadores, el Telescopio Espacial James Webb detectó la descalificación de agua en un cometa del cinturón principal. Es decir: hay agua en el Cinturón de Asteroides. Esto es lo que sabemos.
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La NASA calcula que hay alrededor de 40 mil asteroides con más de un kilómetro de ancho orbitando alrededor del Sol en el Cinturón de Asteroides. El número total de estas rocas cósmicas es desconocido, porque todavía hay objetos indetectables para la ciencia con la tecnología contemporánea.
Cometas, cuerpos rocosos colosales y toneladas de polvo cósmico son algunos de los elementos que se ven comúnmente en esta barrera natural del Sistema Solar. Algunos de los núcleos de estos cometas están rodeados por una capa de hielo. Nunca antes, sin embargo, se había detectado agua en el Cinturón de Asteroides. Recientemente, los astrónomos detectaron un cometa extraño, cuyo núcleo desprende vapor de agua:
«No se espera que la mayoría de los asteroides del cinturón principal tengan mucho hielo, dada su ubicación en el cálido Sistema Solar interior, donde se cree que residieron durante miles de millones de años», escriben los autores en un comunicado.
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Como estos cometas sólo pasan al interior del Sistema Solar ocasionalmente, había persistido la duda sobre si realmente podrían tener núcleos helados. Las observaciones recientes confirmaron esta hipótesis. Y no sólo eso: «las observaciones del JWST que muestran claramente que el cometa del cinturón principal 238P/Read tiene una coma de vapor de agua, pero carece de un coma significativo de gas CO2″, confirman los autores en el estudio.
Los hallazgos demuestran que «la actividad del cometa Read está impulsada por la sublimación del hielo de agua«, escriben los autores. Además, confirma que los cometas del cinturón principal son diferentes a los demás cometas que existen en el espacio exterior. No sólo eso: el caso del cometa 238P/Read confirma que el Sistema Solar fue volátil en sus inicios —y que todavía conserva vestigios de aquel pasado remoto.
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