Según un nuevo estudio, las primeras luces del Universo fueron posibles a regiones productoras de grandes cantidades de radiación energética.
El estudio del Universo primitivo cada vez resulta más interesante para los científicos. Claramente se desconocen muchos aspectos sobre esos tiempos tan tempranos, pero, algo que sí se sabe es que, hacia los inicios de todo, en el cosmos reinaba una oscuridad total. Esto, desde luego, era porque aún no había estrellas ni galaxias. Considerando dicha situación, los astrónomos han buscado explicar cómo surgieron las primeras luces del Univeros. Parece que ya tenemos una respuesta.
Una vez más, el telescopio espacial James Webb está detrás de la proeza. Valiéndose del sofisticado instrumento de observación, un equipo internacional de científicos obtuvo las primeras observaciones espectroscópicas de las galaxias más débiles durante los primeros mil millones de años del cosmos. Con esto, los autores del descubrimiento, que aparece reportado en la revista Nature, tienen una aproximación más certera a cómo surgieron las primeras luces del Universo.
La respuesta estaba lejos, pero fue alcanzada
La importancia de este paso descansa en décadas de incontables intentos de identificar las fuentes que emitían una radiación lo suficientemente potente como para disipar gradualmente la penumbra, formada por una espesa niebla de hidrógeno, que cubría el Universo primitivo.
Lo que hicieron los expertos fue investigar las fuentes del periodo de reionización del Universo. Debido al efecto del aumento de sus objetivos, se logró estudiar puntos de luz mucho más distantes que el Cúmulo de Pandora, un grupo de galaxias antiguas y muy lejanas.
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Con el aumento obtenido los científicos alcanzaron a ver ocho galaxias de un brillo extremadamente débil, incluso para el James Webb. Fijando la atención y el análisis en esos vecindarios cósmicos, los autores del estudio descubrieron que esas galaxias son inmensas productoras de radiación ionizante, a niveles cuatro veces mayores de lo que se suponía hasta ahora.
En concreto, lo anterior ha servido para crear una nueva hipótesis, en la cual esas ocho galaxias habrían de justificar la mayor parte de los fotones que reionizaron el Universo.
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«Este descubrimiento revela el papel crucial que desempeñaron las galaxias ultrafinas en la evolución del Universo primitivo«, explica en un comunicado Iryna Chemerynska, miembro del equipo del Instituto de Astrofísica de París (Francia). «Producen fotones ionizantes que transforman el hidrógeno neutro en plasma ionizado durante la reionización cósmica. Esto pone de relieve la importancia de comprender las galaxias de baja masa en la conformación de la historia del Universo”.
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