Katya Echazarreta: Una estrella polar para las jóvenes científicas

En una entrevista exclusiva con National Geographic en Español, Katya Echazarreta nos da un recorrido por los retos que significa ser una mujer científica.

Entre su apretada agenda, Katya Echazarreta visita la Ciudad de México. A sus 27 años, ya es ingeniera, divulgadora, astronauta y figura pública. Nacida en México, migró a California, EEUU durante la infancia. Su carrera empezó en la UCLA, donde estudió ingeniería eléctrica. Años después, fue seleccionada entre 7,000 candidatos para salir del planeta.

Nos reunimos con ella y nos recibe con su más grande sonrisa y una calidez abrazadora. Empieza contándonos su interés innato por explorar el mundo. Para Katya, la curiosidad es la base del pensamiento científico, aunque muchas personas no se den cuenta de ello.

«Yo creo que la ciencia siempre ha sido parte de mi vida», declara la astronauta. «Yo soy una persona que siempre ha tenido preguntas, y siempre busco la respuesta».

Entre estrellas y libros

Echazarreta también nos habla de lo importante que es para ella la determinación y el acompañamiento de su familia. Recuerda una anécdota de cuando ella estaba en preescolar y su mamá le enseñó a leer, pues a Katya le gustaba mucho ver las páginas de los libros, aunque no entendiera lo que decían. Y desde ahí nunca los soltó.

«Desde que aprendí a leer tengo un libro en las manos,» añade. «Siempre me ha encantado la poesía.»

Katya cree firmemente que la ciencia también es creativa, aunque muchos crean que no. Declara que una de sus personas favoritas es el científico Carl Sagan, alguien capaz de hacer que la ciencia y el arte, la poesía, convergieran para dar paso a la divulgación científica.

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Mirar hacia lo inexistente

Las mujeres astronautas son cada vez más, sin embargo es claro que son pocas en comparación a los hombres. Esta realidad lleva a científicas como Katya a no tener una brújula, una guía por la cual navegar en el mundo de la ciencia. De acuerdo con la ingeniera, era muy difícil tener modelos a seguir en el mundo en el que se desarrollaba, ya que no encontraba parecido entre ella y las personas que estaban logrando lo que ella aspiraba a lograr.

«Yo buscaba la biografía de personas que me interesaban y yo terminaba muy triste», recuerda. «Fue a las mejores universidades, sus papás tienen doctorado, sus papás lo ayudaron a crear sus experimentos científicos en su casa y gracias a eso logró ganar todas estas exposiciones y ferias de ciencia», explica sobre las semblanzas que leía. «Historias así, tienen sentido. Historias así no son historias como la mía.»

«Era muy común para mí ver que estas personas que yo admiraba no eran nada como yo, no eran nada como nuestra comunidad, no eran nada como mi familia las personas que yo tenía a mi alrededor.»

Por eso, para ella es una necesidad compartir su historia. Sabe que hay muchas personas jóvenes buscando figuras a quienes seguir pero que se enfrentan a lo mismo que ella. Como la estrella Polar guiaba a los navegantes, Katya Echazarreta busca que quienes tengan experiencias similares a la suya, puedan tomar su trayectoria y su trabajo como referencia para dirigir sus sueños.

«Yo tengo mucha fe y mucha esperanza en las jóvenes y las niñas que están creciendo ahora, que nos están viendo hacer todas estas cosas.»

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