Hace más de 10,000 años, una bola de fuego provocada por un cometa creó los misteriosos campos de vidrio del desierto de Atacama.
A lo largo de 75 kilómetros en la Pampa del Tamarugal (ubicada al norte de Chile entre la cordillera de los Andes y la cordillera de la Costa), se encuentra una región del desierto de Atacama donde la arena se mezcla con trozos de vidrio silicato de una tonalidad verde oscura.
Desde su descubrimiento en 2008, distintos científicos han tratado de explicar cómo se formó el vidrio, que suele aparecer en otras regiones del planeta con actividad volcánica o bien, donde se tiene constancia del impacto de un meteorito.
Sin embargo, el caso de Atacama continuaba siendo un misterio. Sin actividad volcánica cercana a la Pampa del Tamarugal y ante la ausencia de cráteres que den cuenta de un meteorito, un grupo de científicos de la Universidad de Brown analizó a fondo la estructura del vidrio y llegó a una conclusión revolucionaria:
Hace 12,000 años, cuando Atacama era un sitio con abundante vegetación, la explosión de un cometa consumió el área de 75 kilómetros, liberando plasma a más de 1,650 ºC que dio forma a una inmensa bola de fuego que fundió los materiales en el suelo:
“Es la primera vez que tenemos evidencia clara de vidrios en la Tierra que fueron creados por la radiación térmica y los vientos de una bola de fuego que explotó justo sobre la superficie», explica Pete Schultz, profesor de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Brown. «Eso es consistente con una gran explosión de meteorito entrante y explosión de aire, que habría estado acompañada de vientos con la fuerza de un tornado».
El equipo llegó a esta conclusión después de tomar muestras de vidrio y descubrir que contienen fragmentos de minerales extraterrestres, presentes en los cometas analizados hasta ahora.
Tras analizar su composición, el estudio publicado en Geology encontró cubanita, troilita, calcio y aluminio, materiales casi idénticos a los obtenidos por la misión Stardust de la NASA, una sonda espacial lanzada en 1999 que recolectó muestras de polvo del cometa 81P/Wild.
Aunque serán necesarios más estudios a fondo para precisar aún más la datación del evento, el equipo sugiere que la explosión ocurrió hace unos 10,500 años en el Pleistoceno superior, al mismo tiempo que la megafauna de la región desapareció para siempre. Esta premisa abre otra línea de investigación sobre el impacto de la explosión del cometa en la región.
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