Los científicos encontraron que la explosión de una supernova perturbó las moléculas de ozono de la Tierra. El evento ocurrió en 2022.
Los estallidos que ocurren lejos del sistema solar pueden influir en la atmósfera de la Tierra. Científicos descubrieron que el 9 de octubre de 2022, la explosión de una supernova a 1.900 millones de años luz perturbó por unos minutos el escudo natural del planeta.
«Demostramos que el GRB221009A impactó profundamente sobre la conductividad ionosférica de la Tierra, provocando una fuerte perturbación no solo en la ionosfera inferior, sino también en la ionosfera superior (a unos 500 km)», menciona los investigadores del artículo publicado en la revista Nature.
Te sugerimos: Atmósfera terrestre: así funciona el manto vital que permite la vida como la conocemos en la Tierra
Explosión de una supernova destruyó el ozono
Telescopios captaron un potente flujo de fotones de alta energía proveniente de la explosión. Los científicos encontraron que este evento generó un cambio en las partículas ionizadas en la atmósfera superior de la Tierra, afectando las moléculas de ozono que absorben la radiación solar.
Pietro Ubertini, astrónomo del Instituto Nacional de Astrofísica de Roma que participó en el descubrimiento, explicó a The New York Times que el evento fue detectable por breves minutos antes de que el ozono se reparara. También afirmó que si la explosión hubiera ocurrido más cerca de la Tierra “sería una catástrofe”.
«El ozono se agotó parcialmente, fue destruido temporalmente», señaló el también autor del artículo. «No era nada grave».
Los astrónomos catalogaron esta explosión de rayos gamma como la más brillante que se haya registrado. El doctor Ubertini sugiere que, si la explosión fuera un millón de veces más intensa, podría haber ionizado el ozono lo suficiente como para debilitar la barrera protectora durante días o incluso meses.
También puedes leer: Línea de Kármán, ¿dónde termina la atmósfera terrestre y empieza el espacio?
El escenario que podría acabar con la capa de ozono
Las explosiones poderosas como la que se registró en 2022 son raras y ocurren, según lo expresado por Ubertini, una vez cada 10.000 años. También la posibilidad de que estos eventos sean un millón de veces más potentes son realmente bajas.
Simulaciones indican que un estallido de rayos gamma en la nuestra vía láctea podría destruir la capa de ozono estratosférico durante años, causando una extinción. Afortunadamente, el ozono se regenera, ya que los electrones liberados son capturados nuevamente por moléculas ionizadas. Esto restauró parte del escudo protector de la Tierra tras la explosión de una supernova el año pasado, brindando seguridad contra la radiación solar.
Sigue leyendo:
La atmósfera terrestre se está haciendo cada vez más grande, y los científicos no saben por qué
El CO2 en la atmósfera alcanzó niveles no vistos desde la Prehistoria, sugiere un estudio
El agujero en la capa de ozono se habrá recuperado por completo para 2066