A comienzos del siglo XX, la población total de seres humanos —y todas las creaciones desarrolladas hasta el momento— no superaba el 3 % de la masa total de vida del planeta Tierra. Sin embargo, un nuevo estudio publicado por la revista científica Nature revela que esta cifra ha aumentado hasta alcanzar límites alarmantes.
Año con año, la producción de artefactos humanos crece. Sumado a la totalidad de seres humanos vivos en el mundo, la cifra se sitúa en 30 gigatoneladas. Esto se traduce en 30 mil millones de toneladas métricas, que ya sobrepasa la biomasa de todo el planeta. ¿Qué consecuencias podría traer esto sobre la vida? La ciencia sugiere un escenario plausible.
La biomasa se define como la totalidad de organismos vivos. Por esta razón, abarca a la vegetación, animales y microbios existentes en el planeta. Sin embargo, hoy en día podemos distinguir tres tipos diferentes:
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Por esta razón, la biomasa ha sido utilizada como una alternativa para la industria energética, ya que es una manera más limpia que los combustibles fósiles. Además de ser renovable, es notablemente versátil, barata y rentable en la actualidad. Hoy en día es posible aplicarla en la industria, en las oficinas y en hogares particulares para abastecerlos de energía eléctrica.
Entendiendo a la biomasa como la totalidad de organismos vivos en el planeta, el hecho de que la producción humana sobrepase la masa de estos ha alarmado a la comunidad científica. Al menos, esto podría traer un falta de equilibrio importante a los ecosistemas existentes, como se ha visto en los últimos años. La científica ambiental Emily Elhacham, del Instituto de Ciencias Weizmann de Israel, explica lo siguiente:
«Es una combinación del crecimiento de la población y el aumento del consumo y el desarrollo. Vemos que la mayoría es material de construcción”.
De acuerdo con el estudio que condujo Elhacham, en sólo 20 años más la masa generada por seres humanos pasará de pesar un poco más que la biomasa total a casi triplicarla. En gran medida, esto se debe a la urbanización indiscriminada, por el peso de los materiales de construcción.
Este aumento notable en la masa antropogénica está íntimamente ligado a la emergencia climática que vivimos hoy en día. Además de que la producción de estos materiales consume mucha energía, generan un alto índice de contaminación de los suelos y mantos acuíferos, así como de emisiones nocivas para la atmósfera.
A medida que la población humana crece, se necesita más infraestructura para dar hogar a las nuevas generaciones. Con ello, también aumenta la necesidad de medios de transporte y de consumo en general. Por esta razón, Elhacham sugiere categóricamente un consumo responsable, así como la reducción de plásticos de un solo uso.
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