La sonda espacial OSIRIS-REx fue lanzada el 8 de septiembre de 2016. Después de dos años ha llegado a Bennu. Este asteroide mide unos 490 metros de diámetro. Aquí recogerá una pequeña muestra de la superficie que llevará a la Tierra. La cual llegará alrededor del mes de septiembre del año 2023 para analizarla.
El asteroide Bennu está localizado a unos 300,000 kilómetros de nuestro planeta.
La sonda pasará casi un año estudiando el asteroide con sus cinco instrumentos científicos. Ya que, se desea seleccionar una localización segura y científicamente interesante para recoger la muestra. «La baja gravedad de Bennu supone todo un desafío para la misión», dijo el pasado verano Rich Burns, el director del proyecto OSIRIS-REx
El objetivo científico de la NASA de esta misión es triple:
- Bennu es considerado potencialmente peligroso para nosotros por su cercanía y tamaño. Es por esta razón desean conocer con más exactitud su trayectoria. Ya que, se estima que podría pasar cerca de la Tierra en el año de 2135.
- Además, es tan antiguo que puede desvelar muchos secretos sobre los orígenes del Sistema Solar.
- Por último, los investigadores quieren saber si sus recursos minerales y su contenido en agua pueden se pueden explotar en el futuro
Bennu podría contener materiales orgánicos o precursores moleculares de la vida.
¿Qué tiene de especial el viaje a Bennu?
«Cada asteroide tiene sus particularidades. Bennu y Ryugu son ambos primitivos, pero su composición y sus propiedades fundamentales no tienen por que ser exactamente las mismas», explica Javier Licandro, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
«Estudiar en detalle dos miembros de la población de asteroides primitivos es fundamental para comprenderla en su conjunto. Por ejemplo, el gran parecido en la peculiar forma de estos dos objetos nos dará una información única sobre los procesos físicos que hacen que sean así», añade a la ABC.
NO TE PIERDAS: Primeras imágenes de la superficie del asteroide Ryugu