“Regresar a la Luna lo más rápido y seguro posible es una prioridad de la agencia; sin embargo, el primer aterrizaje humano con Artemis no será antes de 2025”.
En julio de 2019, Donald Trump se comprometió a iniciar una «nueva era de exploración» humana del espacio y giró instrucciones a la NASA para acelerar el desarrollo del Programa Artemis, aprobado dos años antes. El expresidente de los Estados Unidos fijó como fecha límite 2024 para que la agencia lograra llevar una misión tripulada con éxito a la Luna.
Tres años después, la NASA anuncia oficialmente la primera gran modificación al Programa Artemis: en vez de cumplir con el compromiso pactado por la administración anterior, el regreso de la humanidad a la Luna se retrasará, cuando menos, para 2025.
“Regresar a la Luna lo más rápido y seguro posible es una prioridad de la agencia. Sin embargo, con la demanda reciente y otros factores, es probable que el primer aterrizaje humano con Artemis no sea antes de 2025”, explicó Bill Nelson, administrador de la NASA en un comunicado.
Según Nelson, además de que el plan original de Trump no resultaba “técnicamente factible”, la agencia enfrenta retrasos en el desarrollo del módulo de aterrizaje lunar (HLS, por sus siglas en inglés), un componente clave de Artemis envuelto en polémica, toda vez que se trata de la primera gran licitación del Commercial Crew Program, diseñado para oficializar el desarrollo de vehículos entre empresas privadas y la agencia espacial.
En abril de 2021, la NASA otorgó el contrato para desarrollar el módulo de aterrizaje lunar a SpaceX; sin embargo, su principal competidor en el concurso, Blue Origin, demandó a la agencia alegando una «evaluación ilegal e inapropiada» de las propuestas. Y aunque a inicios de noviembre la querella fue rechazada, la agencia espacial considera que los retrasos también se deben a que la asignación de fondos insuficientes desde el Congreso y a la pandemia de COVID-19.
Nelson explicó que la NASA planea realizar al menos 10 alunizajes en el futuro próximo y para lograrlo, la agencia requiere de un aumento presupuestal a partir de 2023, en especial para los módulos de aterrizaje.
El objetivo del Programa Artemis es fungir como plataforma para fincar una presencia humana sostenible en la Luna y comenzar con las primeras pruebas que lleven a la llegada de nuestra especie a Marte.
Antes del regreso de la humanidad a la Luna, el programa espacial deberá cumplir con dos misiones previas: la primera de ellas es Artemis I, un viaje no tripulado que pondrá a prueba el binomio del nuevo sistema de lanzamiento espacial (SLS) de la NASA y la nave Orión.
Durante tres semanas, Artemis I entrará en la órbita Lunar y se encontrará a sólo 100 kilómetros de la superficie y posteriormente, se alejará de nuestro planeta a una distancia récord de 450,000 kilómetros, más lejos de lo que cualquier nave espacial diseñada para llevar tripulación ha alcanzado.
Posteriormente, Artemis II será la primera misión tripulada y pondrá a prueba la capacidad de los sistema de soporte vital de Orión para misiones de espacio profundo, con miras a conseguir viajes tripulados de larga duración, al tiempo que afina los últimos detalles de Artemis III, la misión que finalmente llevará a la primera mujer a la Luna.
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