No: la esfera luminosa que cruzó el cielo en abril de 2023 no es de naturaleza alienígena. Sólo fue Mercurio, desfilando frente al Sol primaveral.
A diferencia de otros cuerpos celestes que desfilan a través del Sistema Solar, la «bola de fuego» que incendió el cielo nocturno primaveral no es realmente un cometa. Por el contrario, se trató del primer planeta más próximo al Sol. En abril de 2023, Mercurio surcó la bóveda celeste con una ‘cola de cometa’, que provocó intriga entre astrónomos observadores aficionados por igual.
Sucedió el 12 de abril de 2023. Tan pronto como Mercurio alcanzó su punto más cercano al Sol este abril, una ‘cola de cometa’ destelló detrás del planeta al surcar la bóveda celeste de la Tierra. Pero, ¿por qué fue que uno de los planetas principales del Sistema Solar presentó esta estela de luz roja en el cielo? Esto es lo que sabemos.
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Una cuestión de cercanía al Sol
Mercurio es el planeta más pequeño del Sistema Solar. Así como los cometas, presenta una cola compuesta «predominantemente de iones de sodio, que se dispersan de la superficie del planeta por el viento solar y los impactos de micrometeoritos», explica Live Science.
Este fenómeno no es nuevo. Por el contrario, los investigadores saben de su existencia desde hace más de dos décadas. En 2001, la estela de luz roja se documentó por primera vez. Desde entonces, se sabe que la ‘cola de cometa’ de Mercurio crece y se encoge dependiendo de qué tan cerca se encuentre del Sol.
Es decir: en su apogeo (o punto más lejano a la Tierra), la cola mide hasta 24 millones de kilómetros de largo. Esto sucede porque la atmósfera del planeta es muy débil, y está demasiado cerca de nuestra estrella. Esto hace que el viento solar impacte directamente al planeta muy seguido.
Aún así, esta estela de luz roja es difícilmente visible para los seres humanos. La fotografía que capturó el astrónomo Sebastian Volter sólo fue posible gracias al uso de un filtro especializado que resalta longitudes de onda de luz amarillas. Es decir, las partículas que simulan una ‘cola de cometa’ detrás del planeta. «Sin ese filtro, la cola de Mercurio es casi invisible a simple vista«, concluye el especialista.
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