Desde hace décadas, los científicos no encontraban una respuesta concluyente de por qué la corona del Sol es tan caliente. Una nueva investigación parece haber resuelto el misterio.
Las temperaturas que rodean al astro protagónico de nuestro Sistema Solar, han sido un enigma por casi un siglo. En su atmósfera, el Sol alcanza temperaturas de hasta un millón de grados Celsius; es decir, diez mil veces más alta que la que se necesita para poner agua en ebullición. Por otro lado, su superficie ronda entre los 10 mil grados Celsius. Los altos grados de la capa exterior del astro son inexplicables -o lo habían sido hasta ahora- dado que la diferencia entre la atmósfera y la superficie es extrema. Ésta es la respuesta al misterio más grande que oculta el Sol.
El misterio del cálido caparazón del Sol
Así como el mar en la superficie terrestre, el sol tiene olas en sus capas externas, sus tormentas no son de agua sino electromagnéticas. La intensa actividad de su atmósfera, eleva las temperaturas de su corona y crea una enorme brecha entre las temperaturas de su superficie y aquellas en su atmósfera. Sin embargo, fue hasta el estudio publicado este lunes que dicha teoría pudo comprobarse.
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“Durante los últimos 80 años, los astrofísicos han intentado resolver este problema y ahora cada vez más evidencia está emergiendo que la corona puede ser calentada por ondas magnéticas,” explicó Tom Van Doorsselaere, uno de los autores de la investigación.
Este fenómeno fue recientemente captado por los instrumentos de detección UV del satélite Solar Orbiter. El objetivo de la misión es desentrañar los misterios del Sol, siendo uno de los principales las altas temperaturas que se presentan en su corona.
Desde la Tierra, es difícil observar lo que pasa con las eyecciones solares y las tormentas magnéticas. Aunque podemos ver los gases que salen del cuerpo celeste, la atmósfera solar funciona como un filtro que no deja pasar los rayos ultravioleta y, por lo tanto, no nos permite observarlos.
«Ya que sus resultados indicaron un papel clave para las oscilaciones rápidas en el calentamiento de la corona, dedicaremos gran parte de nuestra atención al desafío de descubrir ondas magnéticas de mayor frecuencia con el Extreme Ultraviolet Imager», dijo David Berghmans, el principal investigador del dispositivo.
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