El polvo espacial, al igual que el polvo que cubre muebles y los rincones de nuestras casas, se barre e inevitablemente regresa y se acumula. La explosión de una supernova, hace unos 3 millones de años, pudo haber barrido casi todo el polvo del sistema solar; sin embargo, igual que en la Tierra, estas partículas finas volverán a depositarse grano a grano.
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Los pequeños granos de polvo que se distribuyen en el sistema solar flotan a la deriva entre los asteroides que los generan a través de colisiones. Estas partículas pueden medir menos de un milímetro e incluso llegar a tener diámetros de apenas nanómetros.
Casi el 70 % del polvo espacial se concentra en el cinturón de Kuiper, un anillo extenso de asteroides helados y cometas más allá de Neptuno, donde los científicos estiman hasta 3,5 millones de gigatoneladas de partículas.
Un equipo de astrónomos, liderado por Jesse Miller de la Universidad de Boston, modeló el destino de todo este polvo durante la explosión de una estrella a 160 años luz de la Tierra. Debido al aumento de un isótopo radiactivo del hierro en el hielo terrestre de hace tres millones de años, se cree que un evento así ocurrió en ese periodo.
«Encontramos que las supernova más cercanas a 50 pc pueden afectar al anillo Febe de Saturno y pueden barrer el polvo del Cinturón de Kuiper. También es posible que el paso del sistema solar a través de una densa nube interestelar pueda tener un efecto similar», menciona un resumen de un estudio.
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La simulación numérica de la trayectoria revela que tanto la ubicación de los granos de polvo como la dirección del viento afectan de manera significativa si estos granos se desprenden o no de su órbita en el cinturón de Kuiper. En términos generales, las supernovas más cercanas tiene la fuerza para barrer del sistema solar el polvo de tamaño micrométrico.
«Sería como encender un ventilador gigante», explicó Miller. «Hay muchos átomos de hidrógeno que golpean estos granos de polvo y cambian sus órbitas». La onda expansiva de una supernova puede viajar unos 10.000 km/s, suficiente para ‘barrer’ con eficacia el polvo acumulado.
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