La técnica se llama paleografía, y su aplicación empieza haciendo dibujos.
Para leer un texto antiguo, primero se requiere dibujar, para identificar las letras, y así empezar a descifrar poco a poco lo que está escrito, según la técnica de la paleografía.
Para aprender dicha técnica se requiere paciencia, según Isabel González, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, de México, quien trabaja en un manual de dicha materia.
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Refiere que las personas tienden a creer que los documentos están al revés. Sin embargo, con la metodología que publicará se podrán leer escritos de los siglos XVI, XVII y XVIII.
Isabel González señaló que la caligrafía se modificó al paso de las centurias. En el siglo XVI se utilizaba la letra cortesana, muy redonda y fácil de leer, pero su dificultad residía en las abreviaturas. En el mismo siglo surgió la procesal, que no es fácil de entender; a pesar de tener un tamaño grande, se extiende mucho hacia la derecha con abreviaturas complejas.
En el siglo XVII se usó la escritura procesal encadenada, que parece un hilo que va unido y es difícil de leer. En el siglo XVIII surgió la humanística, muy sencilla de comprender, aunque lo arduo siguieron siendo las abreviaturas de la despedida.
Hace un par de meses, Isabel González Sánchez impartió un curso de paleografía, donde enseñó la forma de transcribir textos como ?Las formas de tratar las enfermedades a través de la astrología en la Nueva España del siglo XVII?.
El manual de paleografía de Isabel González será publicado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
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