¿Adiós pubs?

Grupos exigen ayuda del gobierno para impedir la desaparición de estos icónicos lugares que están cerrando sus puertas a un ritmo de 25 establecimientos cada semana.

Nadie parece demasiado preocupado por la desaparición de las gasolineras británicas. Sin embargo, ante el hecho de que los pubs están cerrando sus puertas a un ritmo de unos 25 locales por semana parece que el cielo se les estuviera cayendo encima.

Las preocupadas conversaciones de los ingleses hablan de pérdida de patrimonio cultural. Los lobistas exigen -y están consiguiendo- ventajas fiscales para los 24,000 establecimientos que siguen en pie y los dueños han juntado sus ahorros para rescatar 25 pubs en peligro convirtiéndolos en cooperativas.

La decadencia de los pubs se debe a las leyes que regulan el nivel de alcohol al volante, la prohibición de fumar en espacios públicos, el abaratamiento del alcohol en los supermercados y un cambio en el estilo de vida británico. Las ventas de cerveza han descendido en 25 por ciento desde 2010 y las de vino, aumentado en un tercio.

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"Lo que ha matado a los pubs es la basura que ponen en televisión", afirma Steve Bannister, dueño junto a su esposa Beverly del "Lamb Inn" en el pueblo inglés de Rainton. "La gente compra algo de comida para llevar, un par de latas, y se queda en casa viendo ‘X Factor’", explica.

David Brazier representa a la región del noreste en CAMRA, un lobby de voluntarios que hace campaña en defensa de los pubs y para que estos locales sirvan tanto cervezas tradicionales como marcas mundiales. "Los pubs tienen que cambiar", sostiene. "Tienen que demostrar que poseen algo que no se puede encontrar en otros lugares. Como con las cervezas auténticas: sólo en Reino Unido y sólo en pubs".

Pero los viejos pubs están cambiando, mientras que los nuevos surgen con ofertas diferentes. Algunos se centran en la comida y otros en lo que se encuentra detrás de la barra. Actualmente, la mayoría de estos locales aún eminentemente masculinos sirven la espumosa bebida de malta local y artesanal, algo que no se puede encontrar en los comercios.

Los Bannister han convertido su bar en una tienda que vende alimentos envasados y productos frescos. De manera regular, buzonean publicidad a 150 viviendas de Rainton con sus ofertas especiales de comida y bebida. "Los que se unen al negocio creen que compran un pub y se jubilan. Pero es al revés. Trabajas más horas", afirma Steve. "The Lamb" ofrece además alojamiento en un camping y abre su tienda 15 horas al día.

Kath Brain, dueña del "Steamboat" en la ciudad de South Shields, cree que lo peor de los pubs de "escupir sobre el serrín" ha desaparecido y el futuro es de las tabernas de cerveza casera bien gestionadas como la suya. "Somos un local limpio", señala. "Conozco a todo el mundo por su nombre, y ellos saben también cosas sobre mí. Nos cuidamos mutuamente". Su pub no sirve comidas y allí los perros son mejor bienvenidos que Los niños.

Al otro lado del espectro se sitúa "Wetherspoons", una pujante cadena de 900 pubs albergados en grandes locales que responde al reto de taberna tradicional combinado con la cerveza más barata de la ciudad y, a menudo, también el desayuno a menor precio. Actualmente ocupan el quinto puesto como locales más populares para desayunar en Reino Unido.

Según explica el historiador de Oxgord Mark Hailwood, los pubs siempre han cambiado su carácter para adecuarse a las necesidades sociales. "Diversificar su papel los acerca de algún modo a los primeros pubs: el pub como local donde comer fue clave a comienzos de la era moderna, y en una época en la que en los pueblos había pocos edificios públicos, fueron cruciales para albergar todo tipo de actividades de vecinos, desde deportes a debates políticos, cortejos, teatro y música", añade.

Además, también ve algo positivo en la lucha de algunos pubs por sobrevivir: el cambio en cuestiones de género y un nuevo concepto de "hogar, dulce hogar". "Ahora, hay menos hombres que consideran aceptable o deseable ir al pub durante horas todas las noches después de trabajar, o el fin de semana, dejando a sus familias en casa: ahora, muchos hombres prefieren desempeñar un papel más activo en la paternidad y en los asuntos domésticos".