Las comunidades mayas de México aún preservan la leyenda de los aluxes, criaturas mágicas que cuidan la selva y la milpa.
Los aluxes son pequeñas criaturas que han poblado la cosmogonía maya desde las civilizaciones ancestrales. Se cree que ellos siempre han habitado los lugares ocultos en el monte, selvas y cenotes, con la única intención de proteger la siembra y la naturaleza.
En comunidades de la región maya, muchas personas afirman que los han visto o fueron víctimas de alguna de sus travesuras. A estos seres se les atribuyen picardías como mover las cosas de su lugar, perder a los viajeros o crear sonidos para asustarlos, también suelen ser bondadosos con los milperos, campesinos o personas que dejan ofrendas en su territorio.
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Las pequeñas criaturas que cuidan la Selva
Los aluxes protegen a los pueblos mayas hasta nuestros días, así lo creen las personas que viven en estas comunidades. Los mismos pobladores han descrito a esos duendes de la selva, como pequeñas criaturas del tamaño de niños pequeños, que solo pueden ser vistos cuando ellos lo deciden.
Las personas que trabajan en el campo los perciben a través del viento y cuentan que estos seres suelen hacer ruido para dejar constancia de que están ahí. También lanzan piedras y dejan caer objetos, para asustar a personas que no son bien recibidas, ya sean ladrones o personas que causen daño al entorno.
«Los describen como niños traviesos con la estatura de uno de 3 a 4 años de edad, pero con apariencia de adultos o viejos. Para algunos, llevan barba larga y una corona en la cabeza. Según otros, visten como campesinos mayas; usan alpargatas, sombrero, escopeta, tirahule, hacha, coa, machete, y los acompaña un perro», menciona una tesis de la Universidad Autónoma de Yucatán.
Cuando deciden ser vistos, suelen tomar forma humana o aparecer a través de sombras. «La visión más religiosa mira a estos seres de manera cercana a los dioses o poco distinguibles de ellos, como seres semidivinos. La menos religiosa los describe como espíritus de antiguos pobladores del territorio, pero no necesariamente como ancestros», menciona el mismo trabajo.
Las leyendas cuentan que personas dedicadas a las siembras deben ofrecer alimento y otras provisiones a los aluxes, ellos a cambio cuidarán la milpa de los ladrones y se asegurarán de que estas tenga agua y nutrientes. Quienes no ofrendan nada a cambio del cuidado, deberán pagar las consecuencias.
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¿Cuál es el origen de los aluxes?
Algunos pueblos conciben a los aluxes como una forma animada de los dioses mayas, otros como espíritus que han sobrevivido al paso de las civilizaciones. También los identifican como pobladores ancestrales con poderes mágicos.
Se cree que los antiguos dioses crearon a estos seres, pero los dejaron incompletos. Ellos tenían la orden de permanecer en el cielo para evitar que la luz del sol los convirtiera en piedra, pero como suelen ser muy traviesos, desobedecieron. Al llegar a la tierra, sufrieron su destino, sin embargo, los dioses se compadecieron y permitieron que cobraran vida solo por las noches.
«Llegada la noche se escaparon. Fue tanto su entusiasmo que no se dieron cuenta de que amanecía. Corrieron a esconderse, pero ya no pudieron regresar. Así, noche tras noche comenzaron a construir las pirámides para acercarse al cielo, pero un día sin darse cuenta salió el sol y quedaron convertidos en piedra», menciona un relato publicado por la Secretaría de Cultura de México.
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