Antes impensable de visitar, hoy la comuna 13 es uno de los lugares más populares de Medellín, Colombia. Gianmarco Di Costanzo nos cuenta su historia.
Uno de los lugares más peligrosos de Colombia y de toda América Latina en su momento, la Comuna 13 de Medellín vive un renacimiento cultural gracias a la cultura y al turismo. Son muchos los jóvenes que han comenzado a rebelarse contra la violencia con el arte. Hoy la Comuna 13 es uno de los lugares más visitados de Medellín, con muchos turistas y viajeros de todo el mundo que quieren ver este lugar.
Un hogar de emergencia
La Comuna 13 nació en los años setenta. «La gente se movió en el área cuando numerosos desplazados huía de la guerrilla y paramilitares de las zonas rurales y comenzó a construir sus casas aquí», cuenta Cecilia Arias. «En aquella época no había ningún tipo de servicio público o sanitario, vivir aquí era muy complicado».
Pronto los guerrilleros de FARC y ELN, y posteriormente los paramilitares, invadieron la Comuna ya que era un lugar estratégico que permitía el acceso a la autopista San Juan, enlace entre Medellín y la Costa Pacífica, haciendo del lugar un infierno.
«Hasta principios de los noventa, la guerra civil en Colombia no era más que una guerra rural, que durante estos años se convirtió en una guerra urbana», dice Dufer Andrine Florez Toro, street artist de la Comuna, propietario de la galería Primavera y autor de muchos murales repartidos por el barrio. «Los guerrilleros y paramilitares llegaron de la parte occidental de San Cristóbal, y así nos convertimos en parte del conflicto«, explica Dufer.
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Terrorífico y violento
Muchas zonas del barrio estaban delimitadas por líneas imaginarias que no se podían cruzar, que dividían las áreas ocupadas por las diversas facciones. «Los guerrilleros comenzaron a secuestrar a los niños para reclutarlos», dice Maryori Uribe, residente de la Comuna 13. «He vivido muchos momentos de miedo en pasado, en los que tenía que encerrarme en casa», continúa Maryori. Los habitantes comenzaron a vivir en un clima cada vez más de terror y violencia.
Fueron varias las operaciones militares organizadas por el gobierno para limpiar la Comuna de los guerrilleros, como la operación Mariscal y la operación Orion en 2002, solicitadas por el ex presidente Alvaro Uribe. Estas operaciones han causado decenas de asesinatos, heridos y desaparecidos. Los civiles también sufrieron las consecuencias.
«Durante las operaciones militares del ejército han desaparecido muchas personas que todavía hoy no se sabe dónde están», cuenta José Eiberto López, residente de la Comuna 13 que vivió estas operaciones en primera persona.
El renacimiento de la Comuna 13
La expulsión de los guerrilleros dejó campo libre a los paramilitares en el barrio. El gobierno luego comenzó a invertir en la infraestructura de la Comuna, gracias a sus proyectos sociales, comenzando así un proceso de remodelación del lugar, ayudando al proceso de renacimiento de la zona. Los paramilitares han comenzado a tener cada vez menos influencia en el barrio.
La comunidad se organizó tratando de encontrar nuevas vías para transformar la Comuna, y el lugar ha renacido gracias al arte, la cultura y el turismo.
«Hoy podemos vivir mucho más tranquilamente, parece que los tiempos de violencia han pasado. Pero todos debemos trabajar para que esta comunidad siga prosperando, sobre todo educando a nuestros jóvenes», dice Victor Mosquera, nativo de la Comuna 13.
Paredes llenas de historia
La historia de la Comuna y de la Guerra Civil en Colombia está narrada por los street artists que han realizado murales para todo el barrio, muchos financiados y encargados por el gobierno, haciendo del barrio un museo al aire libre. Cada mural cuenta un momento particular de la guerra y historias personales.
«Luché contra la violencia con los colores. A través de mi arte logré emanciparme. Hoy en día, los jóvenes del barrio ya de niños comienzan a entrar en contacto con la cultura y el arte,» dice Dufer, cuyas obras también hablan de cultura indígena precolombina.
De infierno a paraíso
El turismo es uno de los principales recursos de la Comuna. Los guías turísticos y las asociaciones son en su mayoría nativos del barrio. El tour de grafiti muestra a los turistas los murales y grafitis hechos en la Comuna por artistas de todo el mundo, con guías turísticos que cuentan su historia y significado.
«Mucha gente quiere visitar la Comuna, interesados por su historia. El dinero que proviene del turismo sirve para ayudar económicamente a todas las personas de la comunidad«, cuenta Sergio, guía turístico nacido y crecido en la Comuna. «Hoy nos jóvenes del barrio tenemos más oportunidades, sobre todo la de estudiar, como yo», continúa Sergio.
Con la llegada de los turistas, han nacido cada vez más tiendas que venden souvenirs, pinturas, comida y muchas otras mercancías. También se han creado escuelas de baile y galerías de arte, y muchos jóvenes ganan dinero realizando performance para los turistas, manteniéndose alejados de la delincuencia.
Aunque la violencia, la extorsión y la pobreza no han desaparecido de todo del barrio, La Comuna 13 es hoy un ejemplo de cómo se puede combatir la violencia con el arte, la cultura y el turismo, convirtiéndose en uno de los símbolos del renacimiento de Medellín. La guerra civil en Colombia dura más de 50 años y aún no ha terminado, pero la Comuna 13 es un ejemplo de que la paz total se puede lograr si todos lo desean.
Este texto fue escrito por Gianmarco Di Costanzo, es fotógrafo, reportero y videógrafo. Realiza sus reportajes de viaje, publicados por revistas y periódicos internacionales.
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