La nueva ruta del Tren Maya supone una amenaza para Sac Actun, el sistema de cenotes más grande del mundo.
A inicios de 2022, el último cambio en el trazo del Tren Maya (el megaproyecto que desde la perspectiva gubernamental detonará el potencial turístico de la región e impulsará el desarrollo social) abandonó el plan de marchar sobre un viaducto elevado en el tramo Playa del Carmen-Tulum y en su lugar, retomó el plan que había sido modificado desde 2019, pues su construcción supone una amenaza para Sac Actun, el sistema de cenotes más grande del mundo.
Se trata de un complejo de cuevas sumergidas de más de 340 kilómetros de longitud que se extiende por debajo del suelo de roca caliza que da forma a la península de Yucatán, donde la combinación entre la composición del agua dulce, la ausencia de luz y temperatura al interior dan como resultado un sistema único que no solo atrae turismo internacional de bajo impacto, también significa el único sustento para al menos 800 buzos y más de dos mil habitantes, entre ellos unas 180 familias del Ejido Jacinto Pat que dependen completamente del ecosistema alrededor de los cenotes.
Un portal único al pasado, en peligro
Durante la última glaciación, el nivel del mar en la península se encontraba unos 120 metros por debajo del actual; sin embargo, el deshielo provocó la inundación gradual de las cuevas subterráneas y el proceso de karstificación la formación de los cenotes tal y como los conocemos actualmente.
De ahí que Sac Actun también sea el sitio arqueológico subacuático más grande del mundo, una ventana única al pasado prehistórico y reciente de la península de Yucatán, cuyas cuevas subterráneas resguardan evidencias invaluables sobre los primeros humanos que habitaron la región, así como pistas sobre el papel que jugaban las cuevas en las actividades rituales mayas.
En 2004, apenas se conocían 17 kilómetros de la red de cenotes que forman Sac Actun. Y aunque aún no se ha explorado el sistema completo, hoy se reconoce la existencia de más de 248 cenotes y casi 200 contextos arqueológicos, entre restos humanos de hace más de 10 mil años y otros que pertenecen a los distintos periodos en los que los antiguos mayas habitaron la península.
En 2007, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizó uno de los hallazgos más significativos en el complejo Sac Actun: a 30 metros de profundidad de una red de cenotes que forma parte del sistema llamada Hoyo Negro, se encontraron los dientes, el cráneo y una parte bien conservada del esqueleto de Naia, una mujer de entre 15 y 17 años que formó parte de un grupo nómada que migró hace unos 13,000 años y decidió establecerse en Tulum.
Además de los restos de Naia (considerada uno de los esqueletos más antiguos de América), el sistema Sac Actun alberga restos de megafauna prehistórica, fósiles de animales como perezosos gigantes y tigres dientes de sable, entre otras especies del Pleistoceno.
La construcción de las obras del Tren Maya no sólo pone en peligro el sustento de los ejidatarios de la región (que a su vez, mantiene una economía turística de bajo impacto), también compromete la ecología y los contextos arqueológicos que yacen en su interior.
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