Un encuentro entre el juego y el arte: Después de que en 1987 fuera inaugurado Luna Luna, vuelve a Estados Unidos el parque con obras de Haring, Basquiat, Dalí y otros.
Con la intención de reunir lo mejor de los parques de diversiones y el arte, el austriaco André Heller creó Luna Luna. Ubicado en Hamburgo, Alemania, este pequeño complejo repleto de atracciones diseñadas por muchos artistas reconocidos como Salvador Dalí, Roy Lichtenstein o Keith Haring, solo fue accesible durante el verano de 1987. Sin embargo, esto está por cambiar.
Aunque Luna Luna fue rápidamente olvidado por muchos, algunos seguían comprendiendo su valor cultural. Por ello, regresará a finales de diciembre, esta vez a la ciudad de Los Ángeles en Estados Unidos. Se planea que el parque esté abierto hasta la primavera del 2024 para después trasladarlo a otros países en una gira mundial.
«Te damos la bienvenida a nuestro maravilloso mundo de atracciones, juegos y diversiones de feria creadas por algunos de los artistas más extraordinarios de ayer y hoy. Pronto iniciaremos una gira mundial que comenzará en América del Norte», menciona Luna Luna en su cuenta de Instagram.
El principal responsable del regreso del parque de diversiones es el rapero canadiense Drake. De acuerdo con la revista Smithsonian, el cantautor compró y restauró la obra de André Heller, gastando aproximadamente 100 millones de dolares. Desgraciadamente, por la delicadeza de algunas de las 30 atracciones originales, solo estarán expuestas la mitad.
Te sugerimos: El Museo del Arte Prohibido, una victoria ante la censura y la prohibición histórica
El plano interpretativo de Luna Luna
Más allá de ser solo un encuentro entre el arte y el juego o un simple museo interactivo, el parque nació en Hamburgo con un mensaje claro. La intención inicial del parque fue aportar algo a la lucha por terminar con la discriminación, el antisemitismo y los estragos políticos de la Segunda Guerra Mundial.
El padre de Haller, aunque logró sobrevivir, fue detenido por los nazis. Consecuentemente el artista decidió ubicar Luna Luna en un sitio donde preparaban a los judíos para después llevarlos a los campos de concentración, cargando al parque de un poderoso mensaje sociopolítico. Hoy por hoy, para quienes le devolvieron la vida, Luna Luna representa algo distinto.
«Luna Luna es notable en la historia del arte, no solo por la fama de los artistas involucrados, sino por lo que el proyecto representaba: la ruptura de barreras entre movimientos artísticos, disciplinas y generaciones; la verdadera capacidad de hacer accesible lo vanguardista», mencionó Lumi Tan (directora curatorial del parque) para Art Newspaper.
Ver esta publicación en Instagram
Aunque aún no estén definidos los siguientes destinos de Luna Luna, por fin el parque vuelve a estar disponible. Finalmente, obras como el carrusel de Keith Haring o la rueda de la fortuna de Jean-Michel Basquiat, entre muchas otras, vuelven a ser apreciadas y utilizadas al mismo tiempo.
Sigue leyendo:
Así se vive el Festival Holi, la fiesta ancestral que llena de colores a la India
Así serán Puuc y Dzibilchaltún: los nuevos museos mayas que abrirá México en la Península de Yucatán
Oktoberfest, la tradicional fiesta cervecera de Alemania que recibe a millones de visitantes