La adaptación genética como resistencia a condiciones extremas
Ubicada en las costas de Filipinas, Malasia y Brunéi, la comunidad Bajau ha logrado adaptarse para aguantar mejor la respiración bajo el agua. De acuerdo con una investigación publicada en Cell, los bajau han desarrollado el bazo más que el del resto de humanos. Consecuentemente, cuentan con un mayor número de glóbulos rojos oxigenados; es decir, tienen una mejor resistencia a condiciones sin oxígeno.
También conocidos como los nómadas del mar, los bajau llevan un estilo de vida rodeado de grandes cuerpos de agua y el buceo es una actividad económica importante. Esto, no solo ha perfeccionado su resistencia pulmonar, también los ha convertido en un grupo de estudio importante para aprender sobre la adaptación genética.
«Las poblaciones adaptadas localmente brindan una oportunidad para estudiar las consecuencias genéticas y fisiológicas de las perturbaciones ambientales», menciona la publicación en Cell.
Con la intención de ampliar los conocimientos sobre la comunidad Bajau y suadaptación genética, los científicos a cargo de la investigación escanearon sus genomas para identificar distintos genes que hayan sido específicamente parte de la selección natural.
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Los resultados y la dependencia al mar de los bajau
Con distintas pruebas médicas, los científicos demostraron que el bazo de los bajau es significativamente más grande que el del resto de humanos. Sin embargo, los análisis no demostraron que existiera una diferencia significativa entre los nómadas del mar que se dedican habitualmente al buceo y los que no.
Entonces, la ventaja fisiológica de los bajau (que llegan a bucear hasta a 70 metros de profundidad), muy probablemente es parte de una variación genética desarrollada tiempo atrás. Aún así, las variantes adaptativas de la comunidad suponen un importante descubrimiento para la historia evolutiva de la actualidad.
«Al igual que otras de las adaptaciones más extremas que han experimentado los humanos, estas adaptaciones genéticas han surgido como consecuencia de nuevas prácticas culturales, ilustrando que la cultura y la biología humanas han estado coevolucionando durante miles de años», menciona el estudio.
Finalmente, los nómadas del mar no solo son ejemplo de cómo un estilo de vida distinto puede cambiar al cuerpo; además, su particular estilo de vida en el que el buceo es fundamental para la recolección de recursos, es muestra de que el mar y los cuerpos de agua son de suma importancia para la supervivencia de algunas comunidades indígenas.
Este texto fue escrito por Iñaki Arriola, periodista mexicano interesado en la cultura urbana, el arte y su convivencia con la naturaleza. Colabora como redactor en National Geographic en Español.
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