Brasil y Colombia reducen sus niveles de deforestación, pero los pulmones de la Tierra siguen agonizando

Dos países del continente americano, Brasil y Colombia, reducen sus niveles de deforestación, mientras que otros van en aumento.

En materia de deforestación, el año pasado, según un estudio anual realizado por el Instituto de Recursos Mundiales (IRM) y la Universidad de Maryland (Estados Unidos), los trópicos perdieron 3,7 millones de hectáreas de bosque primario. La cantidad asusta, desde luego, pero significó un 9% menos de pérdida de cubierta arbórea tropical que la que vio 2022. Esto se hizo posible, entre otras cosas, gracias a que Colombia y Brasil, dos países de los que albergan la selva amazónica, reducen actualmente sus niveles de deforestación.

Lo preocupante es que aun con esos progresos, que el análisis concluye que se deben a la acción política de esos países sudamericanos, el rumbo sigue sin ser el adecuado para detener y revertir la pérdida de bosques. El acuerdo que se fijó, por 145 naciones en la COP26 de 2021, pone a 2030 como el año límite.

¿Por qué sigue el problema?

A pesar de que Colombia y Brasil redujeron sus niveles de deforestación, otros países subieron, lo que contrarresta los avances que están logrando estos dos países.

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«El mundo dio dos pasos adelante y dos pasos atrás en lo que respecta a la pérdida de bosques el año pasado», afirma Mikaela Weisse, directora de ‘Global Forest Watch’ para el IRM.

Si bien mucho depende del ser humano, el cambio climático también tiene un lugar importante, puesto que en condiciones de calor seco los incendios forestales se propagan más fácilmente. Con todo, el tiempo sigue avanzando y la necesidad de revertir la deforestación es más apremiante que nunca.