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La lluvia de granizo, aunque se trate de trozos de agua congelada, poco tiene que ver con las temporadas de frío. De hecho, en verano, cuando se registran altas temperaturas, las tormentas de granizo son más comunes, a veces mucho más que en invierno. Este fenómeno ocurre durante tormentas severas y se caracteriza por la caída de gotas de hielo, que pueden ir desde pequeñas esferas hasta bolas del tamaño de pelotas. ¿Sabes cómo se forman los granizos de gran tamaño?
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Los granizos se forman dentro de nubes cumulonimbus, conocidas por producir tormentas severas. Este fenómeno se inicia con agua sobreenfriada, que alcanza temperaturas por debajo de 0 °C, al punto del congelamiento, pero que permanece en estado líquido. Dentro de estas nubes, el agua se congelará cuando choque contra otras partículas de polvo, gotas de lluvia o pequeños cristales de hielo.
Estas partículas caen debido a la gravedad, pero poderosas corrientes de aire las arrastran hacia arriba nuevamente. Cuando llegan a la parte superior de la nube o son arrastradas por vientos horizontales, las partículas encuentran más agua sobreenfriada y chocan contra ellas, añadiendo más capas de hielo. Este proceso se repite continuamente, haciendo que los pequeños trozos de hielo crezcan y se conviertan en bolas de hielo cada vez más sólidas.
“El granizo cae cuando la corriente ascendente de la tormenta ya no puede soportar el peso del granizo, lo que puede ocurrir si la piedra crece lo suficiente o la corriente ascendente se debilita”, explica en su sitio el Laboratorio Nacional de Tormentas Severas de la NOAA.
Los cúmulos de hielo pueden alcanzar tamaños excepcionalmente grandes cuando las corrientes ascendentes son lo suficientemente fuertes para sostenerlos y permitirles crecer significativamente antes de caer al suelo. Esta es la razón por la que pueden haber granizos del tamaño de una pelota de béisbol que causan destrozos en cultivos y zonas habitadas.
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La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica ha establecido un rango para las dimensiones de los granizos. El más pequeño es del tamaño de un chícharo o guisante, muy cercano a un centímetro de diámetro. Otros más han alcanzado el tamaño de pelotas de ping-pong, golf, tenis y hasta softbol, sin embargo, estos no son los más grandes de los que se tenga registro.
El granizo más grande recuperado en Estados Unidos cayó en Vivian, Dakota del Sur, el 23 de junio de 2010. Tenía un diámetro de 20,3 centímetros y una circunferencia de 47,3 centímetros. Pesaba 879 gramos.
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