Te revelamos cómo se produce un tornado y por qué este fenómeno natural es capaz de causar tanta destrucción a su paso.
Son incontrolables e imponentes. Su paso destructor es capaz de aniquilar hasta las estructuras más sólidas. Hablamos de los tornados, una de las fuerzas de la naturaleza más implacables sobre la Tierra. Para entender más sobre ellos, te diremos cómo se produce un tornado y cómo el cambio climático está afectando la forma en que se comportan.
¿Cómo se produce un tornado y por qué su poder es tan devastador?
La formación de un tornado es gracias a una cadena de sucesos peculiares que desatan una fuerza incontrolable para el ser humano. Todo comienza con dos corrientes de aire, una fría y otra caliente, que se encuentran de manera inesperada.
En este momento, el aire caliente que debería estar por encima del frío, queda atrapado en un plano inferior. Esto provoca que ambas corrientes fluyan a diferentes alturas, siempre de forma paralela y en direcciones opuestas.
En pocos instantes, la corriente de aire frío desciende, mientras que la otra, más cálida y húmeda, comienza a hacer lo opuesto. Es en este instante que comienza a desatarse una corriente que toma una forma de tubo giratorio, la cual comienza a ganar velocidad.
El aire caliente continúa ascendiendo mientras que el frío desciende. Esto provoca un vórtice que hace que el tornado se coloque en una posición vertical.
Cuando el vórtice toca el suelo se desata lo peor: la corriente de aire acelera nuevamente, lo que desata el remolino en forma de trompo que caracteriza a los tornados.
¿A qué se debe que un tornado aspire y levante los objetos de la tierra?
Esto se debe a que el aire frío desciende alrededor de los flancos del tornado, mientras que el flujo de aire caliente asciende a través del vórtice. Este camino por donde el aire caliente se abre paso es una acción violenta que provoca una destrucción masiva.
Aquí se genera un efecto de «aspiración», por ello es que las casas, los coches y todo objeto que encuentre a su paso se eleva y es aspirado por la fuerza del tornado.
Para darnos cuenta de la fuerza colosal de un tornado, hay que decir que el viento que se genera en el interior puede alcanzar velocidades de hasta 480 kilómetros por hora.
Un poder sin control y sin dirección
Los tornados se caracterizan porque se pueden generar en muy pocos segundos y cambiar de dirección cuando menos se espera, eso hace que se convierta en una energía sin control.
Aunque la mayor parte se produce en primavera (un 52% del total), especialmente en abril (22,5%), el Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos destaca que existe una “temporada de tornados secundaria” en noviembre y diciembre, sobre todo en el sureste del país.
“El 21% de los tornados se originan en los últimos meses de otoño y principios de invierno, y el 16,9%, en noviembre y diciembre”, destaca el organismo. “Algunos de los tornados más dañinos y mortales” se han formado precisamente en los últimos meses del año.
El cambio climático está afectando la temporada de tornados
Conforme el clima del planeta se calienta, aumenta el calor en la atmósfera, lo cual ayuda a crear más condiciones que alimenta a los tornados. Es atípico que en diciembre haya una gran cantidad de tornados porque este mes tiende a ser fresco.
Sin embargo, los Estados Unidos están experimentando un calor inusual este año, incluso sobre el Golfo de México, lugar donde se origina la humedad que alimenta las tormentas que forman tornados.
La ola de tornados que ha azotado recientemente a Estados Unidos se ha caracterizado por su capacidad de destrucción y por causar una enorme cantidad de muertes. Kentucky, el estado más afectado, registró un total de 80 decesos. A esto hay que sumar las personas que aún están sin localizar.
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