Jóvenes que habían nacido en la dictadura acudieron a una histórica celebración masiva y musical.
Brasil es el país de la samba, pero hace tres décadas, la banda sonora de la fiesta que celebró el fin de 21 años de dictadura militar y el regreso a la democracia fue el rock’n’roll.
La primera edición del festival Rock in Rio, realizada en 1985 sobre un terreno de 250,000 metros cuadrados -vecino al lugar que recibirá los Juegos Olímpicos de 2016-, se convirtió en un símbolo mismo del nuevo ambiente de libertad. Y además, fue una fiesta inolvidable no sólo para el público, sino también para las estrellas internacionales.
Los jóvenes que acudieron en masa a la cita -en su abrumadora mayoría nacidos después del golpe de 1964 que instaló la dictadura militar-, debieron enfrentar condiciones difíciles, ya que el terreno destinado al público se convirtió muchas veces en un mar de lodo.
Pero a nadie le importó: lo único que querían todos era respirar el ambiente de libertad y disfrutar de la oportunidad de ver de cerca por primera vez a ídolos como Queen, AC/DC, James Taylor, George Benson, Rod Stewart, Yes, Ozzy Osbourne o Iron Maiden.
"Estos jóvenes llevaban toda la vida esperando esa oportunidad. En la dictadura no había libertad. Y sin libertad no hay rock’n’roll", resumió el productor musical y periodista Nelson Motta.
El fin del periodo autoritario llegó el 15 de enero, cuando el opositor Tancredo Neves fue designado en una elección indirecta del Congreso como el primer presidente civil de Brasil, derrotando al candidato apoyado por los militares, el derechista Paulo Maluf.
Dos meses más tarde, la alegría de ese día se convertiría en susto, ya que Neves se enfermó antes de tomar posesión y falleció el 21 de abril, sumiendo a todo el país en luto.
Pero aquel 15 de enero el ambiente era de alegría. Casi en el mismo momento que Neves lograba su triunfo, los roqueros brasileños del grupo Barao Vermelho -liderado por el ya fallecido cantautor Cazuza- se presentaban sobre el escenario del festival con la canción "Pro Dia Nascer Feliz" (para que el día nazca feliz), una especie de "himno" para la juventud que luchaba por la democracia.
"Cuando nos presentamos, creíamos que un Brasil muy diferente estaba naciendo allí. Ese fue un momento histórico para nosotros y para toda nuestra generación", recordó después otro integrante de Barao Vermelho, el músico Roberto Frejat.
El ambiente de felicidad política contagió también a los artistas extranjeros, algunos de los cuales -como el británico Rod Steward- subieron al escenario enfundados en una bandera brasileña, conscientes de que les había tocado vivir un momento histórico conjuntamente con un pueblo ávido por libertad.
Muchos de los astros que participaron en esa primera edición de Rock in Rio definieron el festival como uno de los momentos más conmovedores de su carrera.
Este fue el caso del cantautor estadounidense James Taylor, quien admitió que la experiencia del festival, realizado en un "momento de transición de 20 años de represión política hacia una etapa, aún complicada, de libertad cultural", le ayudó a "relanzar" su carrera artística.
"Fue un acontecimiento único y crucial en mi carrera", dijo Taylor en una carta enviada al ideador de Rock in Rio, Roberto Medina, en la que recordaba a las 300,000 personas que prendieron sus encendedores y entonaron a una sola voz la canción "You’ve Got a Friend", en uno de los momentos más emotivos del evento.
Otra imagen que pasó a la historia fue la del fallecido líder de Queen, Freddie Mercury, dirigiéndose a las 300,000 voces que cantaban a coro el tema "Love of My Life".
El éxito rotundo del primer Rock in Rio no sólo transformó Brasil en destino codiciado para las estrellas mundiales, sino que también convirtió el festival en un evento internacional.
Hasta hoy se han realizado 14 ediciones del festival -cinco en Brasil (en 1985, 1991, 2001, 2011 y 2013), seis en Lisboa (2004, 2006, 2008, 2010, 2012 y 2014) y tres en Madrid (2008, 2010 y 2012)-, que reunieron en total a un público superior a 7.5 millones de personas.
En mayo la cita llegará por primera vez a Estados Unidos con la celebración del Rock in Rio Las Vegas, con un cartel en el que figuran desde Bruno Mars a Taylor Swift, Metallica o No Doubt, entre otros. Y en septiembre regresará a Río para celebrar su décimosexta edición en la ciudad donde nació hace 30 años, conjuntamente con la redemocratización de Brasil.