Conoce la historia detrás de esta histórica venta del territorio de Alaska.
El precio por el que el zar Alejandro II le vendió al gobierno de Estados Unidos el territorio de Alaska fue por 7,200,000 dólares en 1867. La venta se debió, entre otras causas, a las dificultades económicas que estaba pasando el Imperio ruso, además se consideraba una región de difícil defensa ante un posible ataque británico.
Según se recoge en la prensa de la época, la opinión pública de ambos países se oponía a la transacción, los rusos consideraban que los esfuerzos empleados en mejorar esa zona se perderían inútilmente y los estadounidenses sentían que no necesitaban esas tierras de climatología tan extrema.
Los críticos estadounidenses, de aquella época, se burlaron de la «locura de Seward», como llamaban a la compra del territorio Alaska, asociándola con el Secretario de Estado, William Seward, el funcionario que había promovido la transacción.
En los primeros 50 años, después de la compra, los americanos ya habían ganado 100 veces más que la cifra de compra. Las actividades económicas de los americanos en Alaska se basaron en intercambios comerciales internacionales de telas chinas, hielo, té, oro, marfil de morsa, etc.
En total fueron 1.5 millones de hectáreas rusas que pasaron a manos de Estados Unidos.
Si se toma en cuenta la inflación, los 7,200,000 dólares pagados por Estados Unidos en 1867 al zar Alejandro II por el territorio de Alaska son equivalentes a algo más de 100 millones de dólares actuales. Esta es una cifra bastante barata para haber comprado el que es uno de los estados más extensos de este país de América del Norte.
El tratado original entre los Estados Unidos y el Imperio ruso por la compra de Alaska. Está escrito en columnas paralelas en francés y en inglés, y contiene las firmas del secretario de Estado de los Estados Unidos, William H. Seward, y del representante diplomático ruso en Estados Unidos Eduard de Stoeckl.
El 18 de octubre de 1867, Alaska pasó a formar parte del territorio de los Estados Unidos. El 1 de agosto de 1868, el Gobierno estadounidense emitió una cédula del tesoro para pagarle Alaska a Rusia.
En el siglo XXI, en marzo de 2014, se publicó en el sitio web de la Casa Blanca una petición de adhesión de Alaska a Rusia, movimiento creado con el lema «Alaska, de vuelta a Rusia». Se recogieron más de 35,000 firmas de estadounidenses en pocas semanas.
Esta iniciativa, apoyada por ciudadanos que todavía creen que Alaska fue un robo, que se alquiló y nunca se devolvió a su dueño. Sin embargo, la realidad fue que la transacción fue real y ambas partes tenían motivos para hacerla.
El territorio de Alaska fue un gran centro comercial internacional durante todo el siglo XIX.
NO TE PIERDAS: ¿Sabías que a Saddam Hussein le dieron las llaves de una ciudad en EUA?
Vía: Muy Interesante