La cuenca de Tanezrouft es un sitio desolado y extraordinario en el corazón del desierto del Sahara. Su aridez le ha valido el calificativo de «Tierra del Terror».
La cuenca de Tanezrouft, en el desierto del Sahara, es una de las zonas más desoladas del planeta. Este lugar, considerado inhóspito y solitario, también es conocido como la «Tierra del Terror» o «Tierra de los Sedientos» por las condiciones de aridez extrema y la escasa presencia de vida.
El Sahara, el desierto más grande del mundo, cubre casi todo el norte de África, con alrededor de 4.800 kilómetros de un extremo a otro y entre 800 y 1.200 kilómetros de norte a sur. Su territorio cambia a medida que el desierto crece o se contrae.
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La cuenca de Tanezrouft, un lugar sin agua ni vegetación
Tanezrouft está enclavada en el sur de Argelia y el norte de Malí y es conocida por sus elevadas temperaturas. En imágenes captadas desde el espacio, se pueden identificar pruebas de erosión hídrica de épocas pasadas, cuando el desierto era más húmedo, y los signos de erosión eólica impulsada por tormentas de arena, que han expuesto los pliegues en las rocas paleozoicas.
Este rincón del Sahara se distingue por la presencia de colinas de arenisca, cañones empinados, mesetas rocosas y dunas de arena conocidas como ergios, que se elevan en varios niveles.
La cuenca carece de agua, vegetación, edificaciones o asentamientos. La tierra es extremadamente árida, con precipitaciones anuales que no rebasan los 5 milímetros. El sitio se ha moldeado principalmente por la erosión del viento debido a la falta de vegetación para estabilizar la superficie.
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Los nómadas tuaregs atraviesan la Tierra del Terror
La vida en la cuenca de Tanezrouft es escasa. Aunque a unas 50 millas al este de la región atraviesa la carretera transahariana, considerada una de las más difíciles del planeta, que conecta Béchar en Argelia con Gao en Malí. Durante mucho tiempo las caravanas evitaron esta área debido a la ausencia de agua; sin embargo, las circunstancias han cambiado.
En este paisaje desértico, no hay habitantes permanentes, solo unos pocos nómadas tuaregs atraviesan las áridas dunas. La población más cercana de importancia a la Cuenca de Tanezrouft es Tamanrasset, ubicada a unos 200 kilómetros al nordeste.
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