El lugar más electrificante del mundo, montañas con un corazón roto y la corriente marina con un mensaje de calidez nos recuerdan los fenómenos naturales más románticos que nuestro planeta puede ofrecer
En fechas especiales como el Día del Amor y la Amistad, aquellos de nosotros cuyo corazón late al ritmo de los misterios de la naturaleza encontramos la excusa perfecta para hacer una pausa en nuestra incansable búsqueda de la comprensión científica y mirar los procesos de la Tierra desde una perspectiva metafórica. Por eso, en esta ocasión comparto algunos fenómenos o componentes naturales del paisaje que, desde una óptica poética, podrían considerarse como los más «románticos» de la naturaleza.
Un amor electrizante como rayos de Catatumbo
El amor no es la única fuerza capaz de erizar la piel, y los relámpagos del Catatumbo son una prueba viviente de ello. Este espectáculo natural consiste en un despliegue de rayos en la atmósfera que sucede más de 290 noches al año en la cuenca del lago Maracaibo al noroeste de Venezuela, convirtiendo en esta la región más iluminada por rayos en todo el mundo.
Es la danza entre gotas de agua y polvo dentro de las grandes nubes de tormenta las que originan los rayos. La fricción entre estas partículas carga positiva y negativamente secciones de la nube, generando una descarga eléctrica de nube a nube o de nube a tierra para compensar está diferencia de cargas.
La cuenca de Maracaibo tiene todas las green flags para la formar tormentas durante gran parte del año. La energía para formar tormentas proviene de la combinación de la humedad evaporada por el sol del lago Maracaibo, que se condensa durante la tarde y noche, y la geografía única de las montañas circundantes, que dirige los vientos para que converjan y eleven las masas de aire, formando así las nubes. Además, la posición geográfica de esta zona, cercana al ecuador, se sitúa en la zona de convergencia intertropical, un área propensa a la formación de tormentas. Por lo tanto, esta región no solo es emblemática por crear el fenómeno más electrificante del mundo, sólo comparable con la intensidad del amor.
Un Amor Cálido a la Distancia: La Corriente del Golfo
El amor a distancia puede parecer un desafío insuperable, donde cada uno busca formas de mantener viva la llama y acortar, al menos sentimentalmente, los kilómetros de separación. Esta calidez se transmite a través de pensamientos, cartas o llamadas, creando puentes invisibles que unen corazones. De manera similar, la naturaleza tiene su propio método para compartir calidez a través de vastas distancias oceánicas.
Ejemplo de ello es la Corriente del Golfo, esa poderosa corriente marina que fluye desde el Golfo de México hacia Europa, impulsada principalmente por los vientos y navegando a través del Atlántico Norte Esta corriente transporta energía térmica hacia latitudes más altas, proporcionando un clima más templado a regiones que, de otro modo, serían significativamente más frías. La Corriente del Golfo actúa como un sistema de calefacción natural, demostrando cómo el planeta es capaz de distribuir su calidez a través de los océanos.
Así, cuando pensamos en nuestros seres queridos que están lejos, podemos encontrar consuelo en la idea de que, al igual que la Corriente del Golfo, el amor y la calidez pueden viajar grandes distancias, manteniendo unidos a los corazones, sin importar cuán lejos estén.
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Corazón Roto: El Popocatépetl y el Iztaccíhuatl
La leyenda del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl es una de las narrativas de amor más reconocidas que añade una capa legendaria a la orogénesis, el fascinante proceso de formación de montañas. Esta historia situada en el corazón de México, nos habla de dos amantes convertidos en volcanes. La primera en caer fue la princesa Iztaccíhuatl, que desconsolada por el falso rumor de la pérdida de su amor, el guerrero Popocatépetl, murió de tristeza. Cuando Popocatépetl volvió sano y salvo de la guerra, al notar que su princesa yacía en un sueño eterno, se arrodilló a su lado y la acompañó por siempre.
Desde una perspectiva geológica, la secuencia de su formación parece narrar una versión paralela de la leyenda, ya que el Iztaccíhuatl, originado a partir de la acumulación de material volcánico a lo largo de miles de años, se estableció en el paisaje mucho antes de que el Popocatépetl comenzara su propia formación. El Popocatépetl, por otro lado, es un volcán más joven y activo, cuya presencia posterior refuerza la narrativa de que, tras el eterno descanso de su amada, él emergió para velar por ella indefinidamente. Esta coincidencia entre la leyenda y la formación geológica no solo enriquece la historia, sino que también nos recuerda cómo, a veces, las narrativas de las sociedades corren paralelas a la historia natural.
Encuentra Tu Historia de Amor
Desde la electricidad del Rayo de Catatumbo hasta la calidez transoceánica de la Corriente del Golfo, y la eterna vigilia del Popocatépetl por el Iztaccíhuatl, se hace evidente cómo nuestras experiencias y emociones humanas pueden infundir significado a los procesos naturales de la Tierra. Estas narrativas demuestran que la imaginación humana, el arte y la creatividad no sólo coexisten armoniosamente con los principios físicos, químicos y geológicos que rigen nuestro planeta, sino que también los enriquecen, tejiendo una tela más amplia y profunda de comprensión y apreciación. En este Día del Amor y la Amistad, toma un momento para contemplar el entorno natural que te rodea, permitiéndote explorar las emociones y los significados que evoca en ti.
El texto fue escrito por Bernardo Bastien-Olvera, especialista en la Investigación y Comunicación Multidisciplinaria de Cambio Climático. Es investigador postdoctoral en el Instituto de Oceanografía Scripps de la Universidad de California San Diego, Miembro fundador del colectivo de divulgación ambiental Planeteando y Explorador de National Geographic.
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