Las articulaciones y la fuerza son llevadas al extremo, como una manifestación cultural.
A todo el que se cruce con Havoc Marche por las calles de Bushwick, en Nueva York, seguramente le llame la atención su sinuosa forma de caminar, como si fuera una serpiente. Y es que Marche, de 25 años, es uno de los "flexers" más famosos de la ciudad.
El "flexing" es un tipo de baile que se desarrolló a comienzos de los 90 en los distritos más pobres de Brooklyn. Para muchos jóvenes estadounidenses, supone una alternativa a los acercamientos a las bandas criminales y una forma de dar salida a sus emociones y frustraciones por la discriminación racista.
"Nuestros movimientos expresan de dónde venimos, a qué problemas nos enfrentamos", explica Marche. "Contamos historias de ira, amor y tristeza con las que otros pueden verse reflejados". Marche nació en el barrio de Bedford-Stuyvesant, en Brooklyn, y lleva practicando el "flexing" desde que tenía 14 años. "Cuando no encuentro palabras para expresar cómo me siento, lo hago bailando", apunta.
Para los "flexers", sus movimientos son mucho más que un mero estilo de baile urbano: se trata de expresar toda una cultura. En Flex N Brooklyn, que arrancó en el barrio de Red Hook en 1993 y pronto se expandió, tienen una oportunidad semanal de mostrar sus nuevos e improvisados movimientos y competir por el título de "rey de la calle".
El "flexing" combina siete tipos de baile. Por un lado, el "bone breaking" (literalmente "rompehuesos"), en el que los brazos pueden llegar a girarse unos 180 grados, dando la sensación de que se han dislocado. Para el "get low" es necesario tener una fuerza enorme para bailar durante minutos en cuclillas sobre el suelo. Y el "pauzing" implica movimientos erráticos como si uno estuviera parando y reiniciando un video.
Tanto la exitosa película "Matrix" (1999), protagonizada por Keanu Reeves, como la estrella del pop Michael Jackson o el kung fu han influido en la evolución del "flexing".
Reggie "Regg Roc" Gray está considerado uno de los pioneros de este movimiento. "El ‘flexing’ es nuestra cultura y conlleva un mensaje serio", afirma. "Nos une a todos. Es una pasión que nos une", continúa este joven de 33 años, convencido de que un día el "flexing" será tan significativo como el ballet.
"Es importante crear algo real, especialmente en estos tiempos, tras la muerte de (Michael) Brown en Ferguson, (Eric) Garner en Nueva York y (Trayvon) Martin en Florida, y la discriminación racista, las injusticias y la criminalidad juvenil por todo el país", dice en referencia a los tres jóvenes negros que perdieron la vida en sonados escándalos racistas.
Lo que comenzó como un movimiento "underground" en Brooklyn ha ido creciendo hasta convertirse en una gran tendencia. Hoy en día, todos los meses hay algún evento relacionado con el "flexing" en Nueva York, se han rodado películas sobre este baile urbano y existen grupos de "flexers" que se van de gira por el mundo, llevando su movimiento a Europa y Asia.
En septiembre, Reggie viajó a Australia junto a otros diez neoyorquinos, mientras que March tiene previsto volar a Francia y Alemania, donde además de actuar impartirá clases de "flexing".
"El ‘flexing’ es nuestra vida", afirma Gray. "Podría haber caído en las drogas o haberme unido a alguna banda (de delincuentes) cuando era más joven, porque esas eran las opciones que tenía en la calle", cuenta. Pero en lugar de eso, encontró el "flexing". Y ahora, viaja por el mundo mostrando una cultura nacida en los guetos de Brooklyn. "Sólo necesitamos una chispa para que prenda la llama".