Con murales de 4,200 años prácticamente intactos, se encontraron 5 tumbas en Saqqara de antiguos oficiales egipcios.
Al entrar, pareciera que los murales no tuvieran 4,200 años de haberse pintado. Por el contrario, conservan todo el fulgor de sus colores originales. Estos registros sobre las paredes fueron encontrados en 5 tumbas de Saqqara, construidas al noroeste de la pirámide del faraón Merenre I, según explicó el Ministerio de Turismo Antigüedades de Egipto en un comunicado.
Como era la costumbre en el Antiguo Egipto, los murales revelan pasajes de la vida de las personas que fueron enterradas ahí. No sólo para recordarlas, sino para trazar una guía que la persona pudiera seguir en el más allá. En este caso, según los arqueólogos que investigaron el caso, se aprecian claramente jeroglíficos de personas, comida, jarras y patrones geométricos que conservan los pigmentos originales.
En medio de un periodo de sequía
Saqqara es la gran necrópolis del Antiguo Egipto. Desde hace milenios, ha sido el lugar de descanso final para cientos de mandatarios pertenecientes a las élites de la realeza egipcia. Faraones, estadistas, militares y sus familias fueron enterrados ahí, con la esperanza de que pudieran encontrar la vida eterna con el mismo lujo que ostentaron en la Tierra.
Lo que más llamó la atención de los científicos de la Secretaría General del Consejo Supremo de Antigüedades, según reporta Live Science, es «algo que parece un insecto alado». De acuerdo con la datación realizada por los científicos, las tumbas encontradas en Saqqara pertenecen a la Dinastía VI, que reinó alrededor de los años 2323 a 2150 a.C. En este tiempo, según los registros nacionales, el imperio sufría de severas carencias de agua.
Esta crisis llevó al Antiguo Egipto a caer en rebeliones y caos gubernamental. Incluso, el imperio se dividió según los intereses de líderes locales. La necrópolis de Saqqara, al oeste de la antigua capital y al sur de El Cairo, no se dejó desatendida. En medio de la sequía y el desorden político, los escribas encargados de las tumbas de Saqqara pintaron murales precisos.
El hallazgo sorprendió todavía más a los arqueólogos que supervisaron el proyecto porque la pirámide está en muy malas condiciones. Incluso, se especula que la obra se dejó inconclusa. Con todo lo anterior, los especialistas suponen que las personas enterradas ahí trabajaron para Merenre I, y en algún cargo político de alto rango.
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¿Qué encontraron en las tumbas de Saqqara?
Los arqueólogos sugieren que una de las tumbas de Saqqara perteneció a una persona llamada ‘Eri’. Las otras dos estaban destinadas para la esposa de un hombre llamado»Yart», otra para «Hannu», posible heredero al trono, y “Bi Nafarhafayi”, quien seguramente ocupó varios cargos como estadistas. Por los jeroglíficos que adornan el espacio, piensan que fueron oficiales de mando de la Dinastía VI, al servicio del faraón reinante en medio de la crisis.
Al interior de las tumbas en Saqqara, los arqueólogos encontraron lo siguiente:
«[…] una cámara funeraria cuyas paredes están talladas con imágenes de muchas escenas funerarias, incluidas escenas de ofrenda, mesas, la fachada del palacio y las siete tinajas de aceite, tiene un enorme sarcófago hecho de piedra caliza, además de piezas talladas pertenecientes al dueño de la tumba, y la misión trabaja ahora en su montaje», explica el Ministerio de Turismo y Antigüedades.
De la misma manera, se encontró el lugar de descanso de una sacerdotisa, a quienes los arqueólogos se refirieron como «Betty». A partir de los elementos encontrados en su espacio, piensan que se trató de una antigua ministra, que dirigía el culto a la diosa Hathor.
A partir de las tumbas encontradas en Saqqara, los científicos que condujeron la investigación aseguran que las personas seguramente vivieron en una finca de dimensiones considerables, por el poder que ostentaban en ese entonces. Por el peso histórico de estos hallazgos, el Ministerio de Turismo y Antigüedades continuará con las excavaciones y trabajo de limpieza de las tumbas recién encontradas.
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