Formada hace 23 millones de años, la placa de Anatolia es la causante de la catástrofe sísmica que sacudió Turquía y Siria esta semana. Aquí te contamos por qué.
El conteo inicial del lunes marcó 2 mil 300 decesos. Para el martes 7 de febrero de 2023, el terremoto de Turquía ya había tomado más del doble de vidas. Los residentes de las ciudades más importantes fueron asertivos al decir que pensaron que «era el apocalipsis», según la cobertura de la BBC. Debajo de sus pies, de los edificios derruidos y de la calamidad en la superficie, la placa de Anatolia se estaba acomodando.
Mientras este movimiento natural acontecía, dos sismos trajeron abajo cientos de edificios en al menos 10 ciudades de Turquía. El primer terremoto tuvo una fuerza de 7.8 grados, y tambaleó el sureste del país con más intensidad, hasta llegar al norte de Siria. Aunque pareciera lo contrario, el segundo fue un evento independiente, que azotó la región con una magnitud de 7.5 grados.
En total, 14 países percibieron el movimiento. Ésta es la razón.
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¿Qué tipo de placa es la placa árabe?
«La placa arábiga o árabe es una placa tectónica de la litosfera que subyace bajo la península arábiga y parte del Oriente Próximo«, explica la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH). Se empezó a formar hace 23 millones de años, durante el Oligoceno, a raíz de la fractura de la placa africana. En la actualidad, está colisionando constantemente contra la placa euroasiática, detalla la institución, «lo que convierte a la región en zona de terremotos frecuentes y actividad volcánica«.
La placa de Anatolia, también conocida como ‘turca’ o ‘árabe’, se extiende a lo largo de la mayor parte de la península de Anatolia, en Asia Menor. Aunque los movimientos en las placas tectónicas son naturales, pueden tener estragos mortales sobre la superficie. Más en regiones como Oriente Próximo, cuyas ciudades no se construyeron pensando en la actividad sísmica.
Por lo cual, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, no escatimó en describir al sismo como «el peor desastre que ha vivido el país en el último siglo, después del terremoto de 1939 en Erzincan».
Las fallas en la Placa de Anatolia recorren todo Turquía. Por ello, el impacto del sismo fue tan devastador para la población local. De hecho, no es la primera vez que se registra un terremoto así de devastador: en 1999, un evento similar tomó la vida de 30 mil personas en Estambul, dejando a más de 100 mil heridos.
En esta ocasión, según los cálculos de la Organización Mundial de la Salud, es probable que el número de decesos aumente en 8 veces. No sólo eso: los daños a la infraestructura y al patrimonio cultural del país siguen en peligro, mientras las réplicas al sismo continúen.
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