Aunque la legislación de más tres décadas fue rescindida, sus repercusiones abrumarán a ese país durante muchos años.
Con su política de hijo único, China pretendía recortar drásticamente la población nacional para fortalecer el crecimiento económico. Esto condujo a esterilizaciones y abortos forzados, infanticidios y sufrimiento marital.
Al cabo de más de 30 años, el Comité Central del Partido Comunista chino anunció el 29 de octubre que pondría fin a la legislación, sin duda una de las más impopulares del país.
En entrevista desde California, Mei Fong, ex reportera del Wall Street Journal galardonada con el Pulitzer y autora del libro de próxima publicación, ?One Child: The Past and Future of China?s Most Radical Experiment?, explica que la política ha provocado una seria crisis demográfica en China; porqué pasarán décadas para revertirla; y en consecuencia, China está repleta de hombres solitarios.
¿Por qué China toma esta decisión ahora? ¿Qué espera lograr?
La razón de que China proceda así ahora es porque tiene demasiados hombres, demasiados ancianos y muy pocos jóvenes. Pasa por una crisis demográfica aplastante a resultas de la política de hijo único. Y si la gente no empieza a tener más hijos, se quedará con una fuerza de trabajo sumamente reducida para sostener a una enorme población envejecida. En este momento, la proporción es de casi cinco adultos en edad productiva para sostener a un jubilado. Por eso han puesto fin a una política que, por principio de cuentas, jamás debieron implementar.
China ha sacado de la pobreza a 600 millones de personas. Sin duda la política de hijo único fue lo que impulsó ese crecimiento económico espectacular.
A los reporteros les encanta esa frase. Pero china no sacó de la pobreza a 600 millones de personas. Ellos mismos se sacaron de la pobreza. Es verdad que algunas políticas contribuyeron. Pero en opinión de los economistas, las políticas más útiles fueron otras medidas que el gobierno chino adoptó, como fomentar la inversión extranjera o eliminar barreras para la actividad empresarial privada.
Algo que también impulsó la economía fue que había más gente, no menos. China experimentó una gran explosión poblacional en las décadas de 1960 y 1970. Al crecer, esas personas fueron la fuerza de mano de obra barata durante el auge de fabricación de los años ochenta y noventa. Pero ahora, esa misma gente está formando una comunidad de jubilados enorme que China tiene que sostener y que entorpecerá el crecimiento futuro.
¿Puedes describirnos a las víctimas de esa política en las últimas tres décadas?
Fui a Sichuan después del terremoto de 2008, el peor desastre de China en tres décadas, con más de 70,000 muertos; muchos de ellos niños, porque las escuelas colapsaron. Tan pronto terminó el terremoto, muchos progenitores corrieron a operarse para revertir las millones de esterilizaciones y vasectomías practicadas en China.
Uno de ellos fue un minero que perdió a su hija de 16 años. Él y su esposa tenían más de 50 años, y sabían que sería difícil concebir más hijos, pero estaban desesperados. Me dijeron: ?La gente de nuestra aldea nos evita porque saben que no tenemos hijos, que vamos a ser parásitos inútiles?. Habían perdido su estatus social y económico, porque un hijo confiere seguridad económica en la China rural. Era una situación muy triste.
También entrevistaste a una mujer que practicó abortos masivos. Háblanos de ella.
Trabajó muchos años como funcionaria de nivel medio en el sur de China y según su propio relato, fue responsable de más de 1,500 abortos forzados, muchos de ellos casi a término. Ahora vive en Estados Unidos y la conocí poco después de la Noche de Brujas. Me contó que estuvo regalando dulces a los niños del barrio. Sentí como si entrevistara a un oficial SS en Brasil, después del Holocausto. Usó los mismos argumentos: que no tuvo opción, que solo hizo su trabajo, etcétera.
Al mismo tiempo, adoptó un hijo en secreto después de haber tenido una hija. Pero como era ilegal bajo la política de hijo único, que ella obligaba a cumplir, ocultó a ese niño. De modo que había una tremenda disparidad entre lo que hacía a la vista de todos y lo que hacía en su vida privada.
Una de las consecuencias de la política es que hay un desequilibrio de géneros impresionante, y se prevé que millones de hombres nunca encuentren esposa. Háblanos de tu viaje a una de las ?aldeas de solteros? de China.
La falta de mujeres en la China rural hizo resurgir la antigua costumbre feudal del ?precio de la novia? o chai li. En la década de 1990, los precios chai li se dispararon tanto que equivalían a una década de ingresos agrícolas. Si un hombre quería casarse, toda su familia tenía que mendigar y pedir préstamos a todos los parientes. Y así surgió un mercado de estafadores.
Conocí a un aldeano a quien habían presentado con una chica de otra provincia. Se casó con ella y entonces, unos hombres de la aldea pidieron a la joven que presentara algunas otras novias con la comunidad. Así que invitó algunas de sus amigas. Todas formaron pareja y se casaron, y se pensó que las cosas marcharían bien. Pero un mes después que se pagó el chai li, todas estas novias desaparecieron.
En las zonas rurales de China, casi todos los días hay revueltas o actos de desobediencia civil. ¿Crees que eliminar la política de hijo único contribuya a relajar presiones políticas en el interior?
La política de hijo único era un conjunto de normas que regían el asunto de la procreación en China. Así que, aunque estén adoptando una política de dos hijos, sospecho que seguirán aplicando algún tipo de castigo para las personas que violen las reglas. No es una cuestión de libertad de decisión. No creo que reduzca la agitación social, pues en buena medida se debe a problemas que vienen arrastrando hace tiempo, como el desequilibrio de géneros. En esencia, lo que pasa es que hay demasiados hombres cachondos en una China sin novias. [Ríe].