El organismo humano funciona a 37 grados Celsius y es bastante sensible a los cambios de temperatura. Ante climas extremos, las personas pueden sufrir golpes de calor.
Las altas temperaturas representan un riesgo significativo para la salud, con el golpe de calor como una de las consecuencias más graves. Cuando el cuerpo no puede regular su temperatura adecuadamente debido al calor extremo, pueden surgir problemas graves. Este fenómeno exige una comprensión profunda y medidas preventivas para protegerse contra sus efectos potencialmente mortales.
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Así puedes identificar un golpe de calor
En un día normal sin cambios bruscos de temperatura, el organismo humano funciona a 37 grados Celsius, sin embargo, este es altamente sensible a las variaciones externas. Nuestro cuerpo dispone de mecanismos reguladores de temperatura, como el sudor y la distribución de calor mediante la sangre, pero la exposición prolongada a altas temperaturas puede llevar a vivir un golpe de calor, caracterizado por un aumento repentino de la temperatura corporal. Los signos de alerta incluyen piel caliente y seca, confusión, vómitos y dificultad para respirar.
Los síntomas clave que señalan la presencia de un golpe de calor también incluyen mareo, confusión, desorientación, sudoración inicial excesiva seguida de falta de sudor, enrojecimiento y sequedad cutánea, fiebre con temperatura corporal superior a 39.4 grados Celsius, comportamiento errático, aumento del ritmo cardíaco con pulsaciones débiles, dolor de cabeza, pérdida de conciencia y, en el peor de los casos, convulsiones.
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¿A qué temperaturas puede ocurrir un golpe de calor?
La temperatura que puede desencadenar un golpe de calor varía según cada individuo, el entorno en el que vive y su edad. Según la Secretaría de Salud de México, las personas mayores de 60 años y los niños menores de cinco son especialmente vulnerables. Además, los turistas que provienen de climas fríos y llegan a lugares cálidos también pueden sufrir de este trastorno al no estar habituados al nuevo entorno, aunque para los locales sea imperceptible.
“Ante un golpe de calor es preciso aplicar medidas para evitar problemas mayores. Primero se deberá llevar al paciente a un sitio fresco y colocarle los pies en alto; después llamar al teléfono de urgencias”, sugirió Salud en un comunicado. “Es importante descansar de vez en cuando si se realiza trabajo o ejercicio físico duro. Al presentar síntomas de mareo, dejar de trabajar y descansar un rato a la sombra”.
Las personas con discapacidades físicas o mentales, los enfermos crónicos y aquellos con problemas cardíacos también se consideran grupos vulnerables a los cambios extremos de temperatura. Es crucial para estos grupos mantenerse alerta y tomar medidas preventivas durante períodos de calor.
Medidas para prevenirlo
Las autoridades sanitarias han emitido recomendaciones para prevenir un golpe de calor, en un escenario global donde todos los días se rompen récord de temperaturas.
- Es recomendable aclimatarse gradualmente al calor para permitir que el cuerpo se adapte a los cambios de temperatura. También evitar permanecer en vehículos estacionados o cerrados
- Beber al menos 2 litros de agua diariamente, incluso si no se siente sed.
- Consumir alimentos ligeros y frescos, preferiblemente vegetales naturales crudos como ensaladas, frutas y verduras.
- No realizar ejercicio o actividad intensa entre las 11:00 a 15:00 horas al aire libre. Los adultos mayores deben permanecer en casa durante estas horas.
- Nunca realizar deporte o caminatas extremas estando solo, siempre hacerlo al menos con alguien más.
- Durante los primeros días de altas temperaturas, es importante evitar exponerse demasiado al sol. En este período, evite quitarse la ropa o la camisa si siente calor y está bajo el sol, ya que el tejido de la prenda puede retener la humedad en el cuerpo.
Si una persona presenta golpe de calor, es crucial quitarle la ropa para reducir su temperatura corporal aplicando tela mojada o hielo en las axilas o ingles. Si es viable, trasladar al afectado a áreas con aire acondicionado o ventilación. Cuando su temperatura supere los 40 grados Celsius, es recomendable bañarlo con agua fría hasta alcanzar los 38 grados; luego, suspender el tratamiento para prevenir hipotermias. Posteriormente, monitorear la temperatura cada 15 minutos.
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