A partir de unos fragmentos ocultos, restauradores mexicanos revelaron que el mítico Palacio de Palenque estuvo policromado en la antigüedad.
Hace 4 años, un equipo de investigadores emprendió un proyecto de conservación para el Palacio de Palenque. Hoy completamente en ruinas, fue el centro ceremonial y administrativo de una de las ciudades más poderosas del sureste mexicano entre los siglos VI y VIII d.C. Compuesto por pasajes subterráneos, bóvedas y ostentosas decoraciones de estuco, fue un estandarte del poderío económico, científico y cultural de los mayas en la antigüedad.
Como tal, el complejo arqueológico ha sido motivo de profundas investigaciones durante décadas. En 2018, el gobierno de México en colaboración con la Embajada de Estados Unidos realizó trabajos de restauración en el espacio. Casi por accidente, el equipo de restauradores encontró evidencia de que el Palacio de Palenque alguna vez estuco pintado de rojo.
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Un palacio policromado
El Palacio de Palenque fue redescubierto en 1891, por un equipo de exploradores británicos. A cargo de Alfred Percival Maudslay, retiraron la pesada vegetación selvática que recubría a todo el sitio. Muchas de las estructuras estaban prácticamente intactas, a pesar del paso del tiempo y las inclemencias climáticas de la región.
A más de un siglo de este hallazgo histórico, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en México continúa en los esfuerzos de conservación de todo el predio. El proyecto de restauración más reciente comenzó en 2018, para el cual, los especialistas intervinieron «integralmente cada edificio«, explica la institución.
En medio de estos trabajos, el equipo de restauradores consiguió la «detección de restos de policromía roja original y de un antiguo acceso en la cubierta de la Casa D», según lo describe el INAH en un comunicado.
A partir de este fragmento —de unos 85 centímetros, aproximadamente—, infieren que la estructura estuvo policromada en algún momento de la historia. El pigmento se realizó antiguamente a partir de óxidos de hierro y de otros minerales, explican los especialistas.
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Contra el calor y la humedad
No es la primera vez que se registra esta policromía en el Palacio de Palenque. Según el INAH, en la década de los 60, es posible que el arqueólogo Jorge Acosta haya encontrado restos similares. Sin embargo, no los reportó en sus investigaciones. En lugar de ello, se protegió con capas de cemento para resguardarlo del calor y la humedad.
“De haberlo dejado sin cubrir, el color se degradaría pronto. Por ello, tomamos la decisión de taparlo y crear una marca que indica la existencia del original, pero que no lo expone ni lo afecta”, explica Haydeé Orea Magaña, coordinadora de la Sección de Conservación del Centro INAH Chiapas.
En aquel entonces, la misma medida se tomó para algunos escalones, documentan los restauradores. Sin embargo, estos recubrimientos se retiraron, al considerarse ‘inadecuados’. En su lugar, se colocó un «impermeabilizado basado en cal y arena» sobre la Casa D, explican los especialistas, que es mucho menos invasivo para la estructura colindante al Palacio de Palenque.
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