Ubicado en el sur de México, el Arrecife Alacranes cuenta con una gran variedad de especies animales
La biodiversidad de México es increíble en todo su territorio. No solo tiene un montón de áreas naturales increíbles en tierra, sino también cuenta con un montón de cuerpos de agua impresionantes. Uno de ellos es el Arrecife Alacranes, dentro de un área natural protegida a 140 kilómetros de las costas yucatecas, al sur del país.
De acuerdo con el Programa de Conservación y Manejo del Parque Nacional Arrecife Alacranes, el arrecife cuenta con un total de 34 especies de coral, cientos de moluscos distintos y nueve mamíferos de entre los que destacan las ballenas piloto y algunos delfines. Además, lo habitan cuatro tipos de tortugas marinas, 136 especies de peces y 24 de tiburones.
«En el parque existen cinco islas importantes para la anidación y descanso de 116 especies de aves marinas, entre residentes, migratorias y ocasionales que cruzan la ruta del Golfo de México…», señala el Programa de Conservación y Manejo.
Ahora, la flora del Arrecife Alacranes no es tan diversa como su fauna. Principalmente, porque se trata de una zona mayormente acuática; sin embargo, sí existen algunas zonas terrestres que permiten la existencia de vegetación. Las especies más comúnes en el arrécife son propias de espacios como las dunas costeras o los manglares y no necesitan de agua dulce para sobrevivir.
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El carácter histórico de la zona
La marea del Arrecife Alacranes no es particularmente tranquila o fácil de dominar. Consecuentemente, prácticamente no existe turismo ahí. Ahora, los marineros suelen atravesar la zona y de hecho, en una de sus islas hay un faro antiguo. Entonces, por el contrario a lo que muchos podrían pensar, el arrecife está cargado de muchas historias de naufragios -incluso- relativas a la conquista de México.
Por ejemplo, en 1524 cuando Alonso Suazo gobernaba Cuba intentó viajar a la Nueva España para ayudar a que un conflicto se resolviera pacíficamente. Lo hizo en enero (época de ciclones) y, junto a su flota, se enfrentó a una tormenta tropical que los hizo naufragar durante 135 días. Sobrevivieron alimentándose principalmente de aves y tortugas hasta que otra embarcación los rescató.
El nombre del arrecife, ‘Alacranes’, por supuesto no tiene que ver con que sea habitado por este tipo de artrópodo. En realidad, se trata de una metáfora que hace referencia a la peligrosidad del ahora Parque Nacional. Finalmente, a pesar de su condición amenazante, el arrecife es la muestra perfecta de la riqueza natural, cultural e histórica de México.
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