Más allá de la tradición occidental, la historia de los reinos de África
Aunque los reinos estén comunmente asociados a las civilizaciones occidentales, África también tuvo algunos. Si bien las coronas cargadas de joyas y los tronos forrados en terciopelo han trascendido como los principales íconos de los reyes y las reinas europeos, otras sociedades han hecho de sus territorios el hogar de reinos sumamente poderosos y tradicionalmente ricos.
Estos son algunos de los reinos de África más reconocidos, asombrosos y documentados de la historia.
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El reino de Kush
Cerca del sur de Egipto y el norte sudanés, el reino de Kush estableció un reino independiente al imperio egipcio en 1070 a.C. Eventualmente, desde 712 al 664 a.C., los kushitas lograron conseguir un importante poder político en la zona, incluso siendo considerada la vigesimoquinta dinastía egipcia.
Según Live Science, el reino Kush también es reconocido como la dinastía nubia y bebieron mucho de las tradiciones religiosas y culturales del imperio egipcio. Por ejemplo, adoraban a Amón como su dios supremo y construían pirámides para enterrar a los suyos.
Los kushitas, desarrollados a partir de la cultura kerma, hicieron de la ciudad de Meroe su capital, consiguiendo grandes avances políticos y culturales, entre ellos, su propio sistema de escritura. Aproximadamente en el año 330 d.C., el reino de Aksum acabó con Kush tras un cruel saqueo.
El reino de Aksum
Ubicado en el norte de Etiopía, el reino de Aksum se desarrolló siendo parte de un territorio local e independiente, teniendo su apogeo entre los siglos III y VI d.C. Una de las muestras de su relevancia internacional es que comerciaban hasta en la ciudad de Alejandría.
De acuerdo con Britannica, Aksum dominó la costa del Mar Rojo hasta el siglo IX y llegó a tener influencias hasta el Golfo de Adén y Somalilandia. En su extenso periodo, el reino logró competir con otros sumamente poderosos; por ejemplo, la ciudad de Meroe (ubicada en el río Nilo), fue dominada por el desarrollo comercial y militar de Aksum.
Eventualmente, el reino se desplazó hacia el pueblo Agau. Ahí, los príncipes de la zona, formaron una nueva dinastía con políticas cristianas en el siglo XII y XIII, debilitando a Aksum.
El reino de Benín
Posicionándose como uno de los poderes más importantes del oeste africano, el reino de Benín logró su relevancia histórica entre el siglo XIII y XIX d.C. El oba (rey) más reconocido fue Ewuare el Grande, que durante su periodo entre 1420 y 1440, se ganó el reconocimiento como un gran mago y guerrero.
«Él estableció una sucesión hereditaria al trono y expandió enormemente el territorio del reino de Benín. A mediados del siglo XVI se extendía desde el delta del río Níger en el este hasta lo que hoy es Lagos en el oeste», menciona Britannica.
Benín fue reconocido por ser un reino interesado en cultos, comerciar internacionalmente marfil y sobre todo, por estar extraordinariamente bien organizado. Finalmente, el reino se debilitó hasta su desaparición por las luchas internas en la sucesión del poder y la abolición del comercio con esclavos.
El imperio de Malí
Entre el siglo XIII y XVI, el imperio de Malí logró tener una relevancia comercial reconocida internacionalmente. Según Britannica, los habitantes del estado de Kangaba fueron importantes en la exportación africana de oro. Asimismo, sus ambiciones territoriales y comerciales, llevaron al imperio a dominar parte importante del continente.
Malí logró dominar las tierras del Níger Medio y otras ciudades comerciales fundamentales para la economía africana como Tombuctú y Gao. También llegó a hacerse de las ciudades del sur del Sahara y otros territorios egipcios y marroquís.
Durante el siglo XIV, el imperio padeció una serie de rebeldías en sus ciudades, siendo una de ellas Gao. La inconformidad de algunos extractos malíes terminó por acabar con el enorme poder que había desarrollado el imperio durante tantos años. A pesar de contar con comerciantes musulmanes en todo el oeste africano, alrededor de 1550, Malí dejó de ser políticamente reconocido.
El reino zulú
Desarrollado a finales del siglo XVIII en el sur del continente africano, el reino zulú, es considerado una comunidad bélica que llegó a tener aproximadamente 40,000 soldados. Su líder Shaka, según James Gump (historiador de la Universidad de San Diego), era un hijo ilegítimo de un jefe del pueblo zulú.
«Con el tiempo, su fuerza creció y a principios del siglo XIX lideraba a 40,000 guerreros, dominando a los pueblos de la región, incluyendo a los zulúes. Los desarrollos militares de Shaka fueron usados exitosamente por sus sucesores contra los británicos en la Batalla de Isandlwana en enero de 1879», menciona Live Science.
Además de su relevancia militar, entre todos los reinos de África revisados en la lista, el zulú es el único que sigue vigente. De acuerdo con Live Science, actualmente el reino representa casi un cuarto de la población total de Sudáfrica.
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