La frase «las paredes oyen» se utiliza coloquialmente para indicar que se recomienda decir algo con prudencia porque normalmente es un secreto.
Una de las versiones más famosas cuenta que esta frase nació durante la segunda mitad del siglo XVI en Francia. Ya que, la ex reina consorte, Catalina de Médici, en aquella época era muy desconfiada. Por lo que, para poder escuchar mejor las conversaciones de las personas, mandó instalar conductos acústicos en las paredes de distintas habitaciones del Palacio Real.
Sin embargo, en cuanto los miembros de la corte y la servidumbre se enteraron, se corrió la voz de que las paredes tenían «oídos». Y de este modo, con el paso de los años, la expresión pasó a convertirse en proverbio. Y de ahí nació el decir que «las paredes oyen».
En aquella época había momentos de tensión porque estaba la persecución contra los hugonotes durante las guerras de religión. Ese término hacia referencia a los protestantes franceses de doctrina calvinista. Este conflicto culminó en una sangrienta matanza en París en la llamada «Noche de San Bartolomé» el 24 de agosto de 1572. Ya que, los católicos más extremistas no aceptaban la presencia de los protestantes.
NO TE PIERDAS: ¿Sabes cómo nació la expresión “gato encerrado”?
¿Sabes qué es el “cordonazo de San Francisco”?
Con información de: Muy Interesante
La misión Solar Orbiter, dirigida por la ESA, presenta nueva imágenes en alta resolución de lo que ocurre en el…
La imagen del rey Salomón apuñalando al diablo fue grabada en una rara insignia hace 1,600 años. Investigadores hallaron el…
Muchas capacidades cognitivas sufren cambios cuando los astronautas pasan tiempo en el espacio. Esto es lo que sabemos. Siendo que…
Un hallazgo enorme llega para cerrar 2024: la primera momia de un tigre dientes de sable, el mamífero que estremeció…
Innumerables animales desfilaron por el Coliseo Romano como presas y verdugos en espectáculos despiadados. ¿Hubo tiburones entre ellos? En el…
En 12 años, la cotorra serrana occidental ha desafiado su inminente extinción. No solo fue resiliencia, ¡esta ave ha recibido…