Por primera vez en la historia, un equipo de espeleólogos alcanzó el fondo del famoso ‘Pozo del infierno’ y estos fueron sus hallazgos.
Desde hace miles de años, el ‘Pozo del infierno’ de Yemen ha inspirado toda clase de leyendas a propósito de su formación y las criaturas que, según el folclore local, habitan en su interior.
Y aunque la tradición oral yemení asegura que es el hogar de demonios y otras criaturas del inframundo conocidas como djinns, la primera expedición científica en alcanzar los 116 metros de profundidad reveló detalles inéditos de su fauna y naturaleza mineral.
El equipo que consiguió el descenso explicó que aproximadamente a los 65 metros de profundidad desde la superficie, los agujeros de la cueva emanan agua que forma pequeñas cascadas de diversos tamaños, con cuevas formadas a través de millones de años:
«La cascada del este es la más activa, mientras que el flujo de agua de la cascada del sur se interrumpe. El agujero contiene una variedad de depósitos de cuevas y organismos, que incluyen serpientes, ranas y escarabajos. Algunas estalagmitas y estalactitas alcanzan más de 9 metros de largo”, explicó Mohammed al Kindi, geólogo que forma parte del equipo que completó el descenso.
El equipo encontró una variedad de insectos (especialmente escarabajos) al interior, todos propios del desierto de Al Mahra. Además, observó ranas y serpientes, aunque no dio detalles al respecto sobre las especies que habitan en la fosa, que se extiende hasta 30 metros de ancho en su punto más amplio.
Después de medir el nivel del agua en distintos estanques, los espeleólogos explicaron que el siguiente paso es analizar las muestras recolectadas para calcular la edad del célebre ‘Pozo del infierno’, formado al cabo de miles de años por la disolución de piedra caliza.
Los científicos también tomaron muestras de rocas, tierra, el agua que fluye a través de sus paredes y algunos animales muertos para realizar análisis que permitan conocer más a fondo sobre su composición.
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